Así fue el «lady gagazo»
La Policia Nacional ya ha iniciado la investigación para localizar a los autores de esta venta fraudulenta, que podría superar los 30.000 euros
M.J. ÁLVAREZ
El «lady gagazo» sigue dando que hablar. Un día después del macroconcierto de la susodicha cantante neoyorkina —reina del pop del siglo XXI o, para algunos, del «freak»—, los centenares de fans enfadados y desilusionados exigían ayer responsabilidades por la masiva falsificación de entradas que ... les dejaron en la calle el domingo sin poder ver el concierto de su cantante favorita. Además, reclaman con el fin de poder recuperar su dinero.
Así, de un lado, la Unidad Telemática de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, se está centrando en determinar la autoría, URL y webs desde las que se comercializaron los tickets, agotados nada más ser puestos a la venta el pasado mes de junio. En las investigaciones participa también la Policía Nacional, que sigue recibiendo denuncias de los afectados, aunque por interponerse en distintas comisarías, no pudo precisar ayer su número. Solo en la de Salamanca, la de la zona del Palacio de los Deportes, se cursaron el domingo una veintena y ayer se presentaron 150 en las asociaciones de consumidores. Los agentes tratan de localizar a los autores de esta venta fraudulenta, que podría superar los 50.000 euros, ya que los precios de las entradas oscilaban entre los 90 y los 140.
Falsificación «de primera»
La falsificación era excelente. Todos los tickets tenían el sello oficial y la impresión era de gran calidad, no en vano el papel era el mismo que el de los originales, al igual que el tacto. El único fallo eran que el medio millar de copias falsas, según los primeros indicios, tenían el mismo código, al emplearse solo 8 billetes originales para copiarlos una y otra vez. Todo parece indicar que hay dos modalidades de falsificación. La primera consiste en fotocopiar la entrada a través de máquinas reprográficas; la segunda, en la adquisición por métodos ilícitos —desde el primer momento se habló del robo—de papel de los distribuidores oficiales de las entradas. Con el soporte igual al original, los falsificadores imprimirían todos los datos y numeraciones correspondientes. Las copias eran casi casi perfectas.
Todo ello provocó que al personal encargado de validarlas el día del concierto de Lady Gaga les costara detectar las falsas. Y ello, a pesar de los dos filtros que realizaron. Los afectados se quejaban de que ni siquiera les pasaron la entrada por el lector. «Sólamente se fijaban en el código y sin más explicaciones nos decían que no podíamos pasar, que la entrada era falsa».
«Yo las he comprado en internet en viagogo.com, ponlo bien clarito. Me costaron 110 euros cada una», bramaba Marta el domingo. «Pues yo en una web oficial, tengoentradas.com. Ya no te puedes fiar de nadie. Y lo peor no es ya el dinero que pierdes, sino el desengaño que sufres. ¡Son unos sinvergüenzas!», espetó Manuel. La mayoría de las entradas habían sido adquiridas en páginas oficiales de reventa como las citadas o www.boigo.com, entre otras, poco después de que las oficiales anunciaran que se habían agotado. Ayer, los responsables de tengoentradas.com y Seatwave.es subrayaron que devolverán el importe íntegro a sus clientes. Por el momento, son las dos únicas webs que han dado la cara tras el escándalo que se ha organizado.
Ahora, a los fans defraudados e indignados sólo les queda denunciar en comisaría y a Consumo. La mayoría no confía demasiado en recuperar su dinero ya que, como dijo ayer la promotora del concierto, al ser una estafa, las comercializadoras no se harán responsables.
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