Un trabajo más de mesa que de atril

Durante los últimos años parece que se ha atisbado un resurgimiento de la zarzuela. Sin embargo, su música, vertida en partituras, se encuentra casi en el olvido. Muchas de ellas se encuentran custodiadas en los archivos de la Sociedad General de Autores, y otras han ... sido objeto de revisión por parte del Intituto Complutense de Ciencias Musicales (ICCMU), que dirige Emilio Casares. Pero son los directores de orquesta y los cantantes quienes deben lidiar con unos materiales muchas veces incompletos y confusos. Miguel Roa, director musical del Teatro de la Zarzuela, se ha tenido que enfrentar en numerosas ocasiones a esta difícil tarea. «Cuando yo empecé a dirigir hace 40 años no existían partituras de dirección -recuerda-; se tenía que trabajar con la de canto y piano, a las que se añadían las indicaciones de los instrumentos de una manera precaria». Entre tanta sombra, la creación del ICCMU supuso una luz, ya que uno de sus objetivos es recuperar nuestro patrimonio, «una labor provechosa pero muy costosa, ya que se necesita un macropresupuesto para recuperar las 10.000 obras que lo componen». Aunque estas revisiones no están libres de errores, el balance, en su opinión, «es positivo». Roa, que ha dirigido a lo largo de su trayectoria más de 200 títulos de zarzuela, reconoce que su trabajo «tiene más de mesa -repasando la partitura- que de atril. Casi todos los directores hacemos este tipo de trabajo para luego no perder tiempo en los ensayos». El músico considera que esta desidia en el cuidado de las partituras se debe principalmente a que «la música -aquella que la dio a conocer- sólo nos ha importando a cuatro -asegura-. Ahora lo que interesa es su puesta en escena».

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