El Supremo deniega a la SGAE cobrar el 10% de las taquillas de los conciertos

Todo comenzó en 2014, cuando la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia decidió prohibir la tarifa y aplicar una multa de 3,1 millones de euros. La SGAE trató de suspender la prohibición alegando que, de no ser efectiva la sanción, no podrían cobrar lo que las empresas promotoras les deberían debido a la debilidad de la industria musical.

El Supremo rechaza estos argumentos y asegura que «hay intereses de terceros que merecen protección» , que resultarían gravemente afectados al tener que soportar «la aplicación de tarifas del 10% sobre sus ingresos». De este modo, refuerza a la Audiencia, que afirmó que evitaba que se produciera una «explotación abusiva de la posición de dominio que en el mercado mantiene la entidad sancionada».

Según la Asociación de Promotores Musicales, que presentó la denuncia en 2005, la tarifa funcionaba del siguiente modo: los promotores debían solicitar una licencia a la sociedad para organizar los conciertos, y debían adelantar el 10% de las ganancias en caso de completar el aforo. Si no se vendían todas las entradas, la SGAE devolvía lo que se había cobrado de más.

El Tribunal Supremo, por lo tanto, ha asestado un duro golpe a la SGAE a pesar de mantener la causa abierta en la Audencia, ya que ambos tribunales coinciden en que la sociedad ha abusado de su posición .