Ovaciones para Joan Pons en su despedida de los escenarios operísticos

El pasado 12 de julio él mismo había anunciado en su perfil de Facebook que se retiraría de los escenarios operísticos y que lo haría en su querido Liceo, el mismo que lo vio nacer como artista hace 42 temporadas .

Y llegó el día señalado: arropado por sus compañeros de reparto, por músicos de la orquesta, cantantes del coro, amigos, compañeros de su generación del coro de los años 70 y por una legión de admiradores, Pons cantó por última vez en su vida el papel de Amonasro de la popular «Aida» verdiana.

Fue su último personaje, fue su última ópera, la misma con la que se inició en esto de la lírica, entonces en la cuerda de bajo y como miembro del coro liceísta. Su vida, sin duda, ha estado estrechamente ligada a esta ópera de Verdi, ya que fue también la última que cantó en La Scala de Milán y en el Metropolitan de Nueva York .

Gracias a ella también le cambió la vida, ya que fue durante una función de este título, siempre en Barcelona y compartiendo escenario con Montserrat Caballé y Plácido Domingo , cuando comenzó a pensarse seriamente la posibilidad de cambiar su registro de bajo a barítono: al escucharlo la Caballé le sugirió el cambio de cuerda, siendo el principio de una nueva vida que lo llevaría a consagrarse como uno de los más importantes barítonos de su generación.

Antes de la función, que se vio ensombrecida por la decisión de parte del coro liceísta de secundar la huelga que finalmente mantuvo convocada uno de los dos sindicatos que apostaron por esta medida de presión la semana pasada ante la amenaza de despidos por parte del teatro, el director del Liceu, Joan Francesc Marco, acompañado del director artístico de la casa, Joan Matabosch , le hicieron entrega a Joan Pons de una placa conmemorativa por su larga trayectoria vinculada al Gran Teatre.

También le realizaron obsequios el Grupo de Liceístas de 4º y 5º piso y sus ex compañeros del coro. Pero el gran momento se vivió con toda intensidad sobre el escenario y al finalizar el tercer acto de “Aida”: al salir a saludar junto a la soprano Sondra Radvanovsky y al tenor Marcello Giordani , en un momento lo dejaron solo y el Lice0 se puso en pie para ovacionarlo, con lluvia de octavillas incluidas, en las que se leía “Gràcies, gràcies, gràcies!!! Joan Pons. Gran Teatre del Liceu 12 Julio 1970-30 Julio 2012”.

Se subió el telón y apareció en escena el coro, su director, José Luis Basso , el resto de la compañía y un animado grupo de ex compañeros del coro hoy retirados, sorprendiendo a un Joan Pons contentísimo ante las incontables muestras de cariño. El adiós de un grande, y en plenitud.