Cuando Norah Jones se va de campo
Su grupo paralelo, The Little Willies, publica su segundo y fantástico disco, «For the good times», repleto de raíces profundas
Hay músicos que llevan los pentagramas cosidos al corazón . Que abren las 24 horas, que hasta cuando se divierten siguen dale que dale con las canciones. Músicos por cuyas venas más que glóbulos rojos discurren y navegan bemoles , Do, Res, Mis, ... Fas sostenidos o sin sostener. Músicos que lo llevan en los genes, y en el caso de Norah Jones no es una frase hecha, porque su padre biológico, Ravi Shankar , es uno de los grandes, de los más grandes de la música popular del siglo XX.
A priori, Norah podía haberlo tenido muy fácil, pero se crió con su madre y con la discografía de su abuela, devota de los forajidos del country, de Hank Williams a Merle Haggard, Willie Nelson, Johnny Cash y Waylon Jennings . Norah se lo curró en garitos de tres al cuarto, ante audiencias que muchas veces no superaban las quince personas. Pero su voz, a pesar de su juventud, se convirtió en leyenda en el mundo de las bambalinas neoyorquinas. Lo demás es sabido. Un cazatalentos de EMI dio con ella y con apenas 23 añetes debuta con «Come away wiht me» , al que siguió dos años después «Feels like home» . Y los facturó de millón en millón.
Divertidos compinches
Pero lo dicho, en sus ratos libres Norah Jones sigue dando el Do de pecho con su grupo paralelo, The Little Willies , un divertimento en el que se relaja y disfruta al lado de un puñado de músicos excepcionales: el bajista Lee Alexander , Richard Julian a la guitarra y la voz, el batería Dan Rieser y el guitarrista Jim Campilongo , además de la porpia Norah al piano y la voz, evidentemente. Desde 2003, año en el que se compincharon, cuando sus respectivas carreras y curros en otras bandas se lo permiten se dedican a tocar juntos, generalmente repertorio tradicional de música country, rockabilly , tamizado eso sí por la impresionante veta jazzy de Norah .
En 2006 debutaron con un disco que llevaba su nombre «The Little Willies» , y ahora acaban de publicar «For the good times», con piezas de Loreta Lynn, Kris Kristofferson, Johnny Cash y Willie Nelson y Dolly Parton . Los chicos se dan un gustazo, pero el gustazo es nuestro sobre todo por poder disfrutar de unas piezas verdadera y genuinamente clásicas, verdadera y genuinamente americanas. Ojalá que muchos más músicos se apunten a este tipo de divertimentos de música popular en estado deliciosamente puro.
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