Love of Lesbian: «No buscamos el éxito, sino la chispa, la catarsis»

«Nos apetecía reflexionar sobre el porqué de seguir en esto de la música. Y llegamos a la conclusión de que es el juego, jugar con nuestra música. No es tanto el triunfar, o el ganar mucha pasta, sino buscar la chispa de ese momento catártico que te da la música», dice Oriol Bonet (batería y programaciones).

Esta vez han disfrutado como nunca del estudio, «también porque estuvimos casi seis años de gira constante, empalmando la gira de un disco con la del siguiente, fue una locura», explica Joan Ramón Planell (bajo y sintetizador), que también confiesa que «al volver a casa, nos entró un poco ese miedo de cuando te das cuenta de que no sabes hacer otra cosa que subirte a un escenario».

El planteamiento de cómo iba a ser el disco, cuenta Santi Balmes (cantante), «partió en gran medida de las letras», y también del rechazo a lo ya creado con anterioridad. Hablando claro: no buscaron hits festivaleros. «De hecho, hay una canción que es un poco así, y hubo mucho debate en el grupo acerca de si incluirla o no, porque veíamos que no acababa de encajar», cuenta Bonet. «Qué leches, es que también nos gusta ver cómo el público monta un pogo ahí abajo» , replica Balmes.

Nuevas responsabilidadesUna frase de uno de los productores del disco, Ricky Falkner, fue crucial para su enfoque final. «Me marcó lo que me dijo -cuenta Balmes-. Me dijo que nuestra banda, y otras bandas de nuestra generación, ahora habíamos adquirido la responsabilidad de hacer cosas importantes. Me dio donde más dolía (risas), y por eso nos hemos exprimido el cerebro».Para la presentación en directo de «El Poeta Halley» han planeado una estrategia de recintos medianos, «lugares con un aforo que te permita sentir que estás llegando a todos tus fans por igual» , explica Balmes.

Por eso, en Madrid tocarán tres noches consecutivas en La Riviera, (21. 22 y 23 de abril) en vez de una sola en un pabellón como, por ejemplo, el Barclaycard Center. «También tuvimos mucho debate con eso, porque de repente nos dimos cuenta de que la cosa se nos podía ir hasta las cuatro, cinco o seis Rivieras. Pero al final lo vimos claro. Un disco como este necesita un poco más de mimo», asegura el cantante. «Lo curioso es que hay grupos más jóvenes que ya han hecho el Palacio», responde Oriol. «Pero ahí hay mucho postureo -dice Balmes con sorna-, a todos les recortan el aforo. Los únicos que lo pueden hacer son Vetusta Morla».