Duelo de guitarras en el Womad de Las Palmas

Eliades Ochoa y Vieux Farka Touré protagonizaron anoche un verdadero cruce de titanes de las seis cuerdas

Vieux Farka Touré, durante su actuación en el Womad / PABLO MARTÍNEZ PITA

El primer día del festival multicultural deparó dos artistas que manejan la guitarra como si fuera una extensión más de sus extremidades. El primero de ellos en saltar al escenario fue Vieux Farka Touré , hijo de una leyenda, Ali Farka Touré -que por cierto ... también ha visitado el Womad de Las Palmas -. Ha pasado poco tiempo desde que el maliense saltó al panorama internacional -su primer disco es de 2007-, pero lo ha hecho con una contundencia fuera de lo común. Su recital nos hizo entender lo que hubiera pasado si Jimi Hendrix hubiera nacido en África. Mezcla de blues y rock con los ritmos danzantes de Malí, toda una experiencia que cautivó a los presentes.

Eliades Ochoa , virtuoso del tres cubano, vino a hacer lo que sabe: hacer bailar al público con el son montuno, la guajira, la guaracha, el bolero. Unos aires cálidos especialmente adecuados para el clima que disfrutan los habitantes de las Islas Afortunadas. «Estoy como nunca», cantaba el cubano, y viene a decir que este hombre de 63 años, que participó en el renacimiento de la vieja trova en la película «Buena Vista Social Club», sigue en plena forma. «Píntante los labios María», «El cuarto de tula»... son parte de ese repertorio con el que siempre triunfa allá donde por donde pase, y no lo iba a ser menos en el ya abarrotado parque. A pesar de ser jueves, el ambiente de fiesta era imparable: «¿Usted no trabaja mañana?» «No, es Womad», fue uno de los extractos de conversación que se podían escuchar en la explanada.

Entre Serrat y el pop indie

Más desangelado fue el panorama al que se enfrentó, a las 20:45 horas, el grupo barcelonés Manel. Además, sus canciones con letras en catalán no parecían las más apropiadas para caldear el ambiente, pero la papeleta la resolvieron con buen humor y soltura. Su propuesta es como un cruce entre Serrat y el pop indie, y el resultado es sorprendentemente bello. Para enriquecer la melodías, las rodean de anécdotas e historias surrealistas expresadas con tal seriedad que crean cierto divertido desconcierto.

Por su parte Black Swan Effect sirvió de transición con su pop-rock británico de corte clásico, pero tuvieron la desgracia de recoger el testigo cronológico al huracán desatado por Vieux Farka Touré. La fiesta duró hasta bien entrada la madrugada con una solvente y festiva banda canaria de «covers» de curioso nombre, Sr. Natilla.

Hoy continúa el festival, y son de imprescindible contemplación Depedro, Laura Vane & The Vipertones y, sobre todo, Tinariwen.

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