Bruce Springsteen, a Arcade Fire: «Aseguraos de que podéis seguir tocando en España»

«Aseguráos de que podéis seguir dando conciertos en España», le dijo el «boss» a Butler , «porque habrá un momento en el que la gente os odiará durante una década. Y así podéis desaparecer y tocar ''shows'' en España donde la gente os adora . Estaréis en España y podréis comer una comida deliciosa. Diez años después la gente se dará cuenta que sois geniales. Será entonces cuando podréis volver a América».

La banda canadiense parece tener muy en cuenta las indicaciones de Springsteen, ya que este año firmaba sendas arrolladoras actuaciones en abril en nuestro país: una en el Palau Sant Jordi de Barcelona y la otra en WiZink Center de Madrid.

Springsteen y Arcade Fire tienen buena relación desde hace años. En 2007, durante la gira de presentación del segundo disco de estos, «Neon Bible», el artista de Nueva Jersey dio una enorme sorpresa al público del Scotiabank Place de Ottawa (Canadá) subiéndose al escenario con la banda de Butler para interpretar juntos la canción «Keep The Car Running», así como un clásico del Boss, «State Trooper». También es habitual ver a Arcade Fire versionar «Born in the USA» en sus conciertos, especialmente cuando actúan en alguna ciudad estadounidense.

Springsteen sabía de lo que hablaba al dar esos consejos a Butler. En el verano de 2012 pasó dos días en Biarritz disfrutando de sus playas y de su gastronomía local con la E. Street Band al completo, y el año siguiente pasó sus vacaciones en San Sebastián, relajándose en la arena de Ondarreta y Zurriola, yendo de compras a la parte vieja, paseando por el bulevar y visitando restaurantes como Zuberoa, Morgan o Bokado. En este último, los empleados recibieron por correo un cheque-propina de mil dólares semanas después de servirle un gran festín.

En 2013 se le pudo ver surcando las aguas mallorquinas acompañado de su mujer, Patti Scialfa, y un grupo de amigos a bordo del lujoso yate «Rising Sun», con el que bordeó la isla. Incluso hizo parada en algunas playas como la de El Mago, donde intentó pasar desaparcibido entre los bañistas, que alucinaron con sus habilidades como surfista.