«Me hubiera gustado grabar con Sinatra; pero ahora, en plan cadáver, ya no»

«Todo ha sido muy cordial y muy bonito Ha venido una gente joven maravillosa... y menos joven, porque también está Manzanero. Él ha grabado desde América y me decía unas cosas divertidísimas... Hasta en la canción -ríe con ganas- me saluda... ¡Qué simpático!». Los jóvenes, asegura, «están aportando mucho a la música... Pero Manzanero quizás sea, de cabeza, el más joven de todos». Y de esa juventud se contagia, aunque parece que a ella no le hace falta. «Sí, sí me hace falta. De la gente joven se aprende mucho».

Lleva, por culpa de una neumonía que sufrió en febrero de 2012, casi dos años sin subirse a un escenario. «Este año ha sido más amable que el anterior», cuenta, y anuncia que «quero volver a dar conciertos, y espero que se me llene de jóvenes, como antes... A ver si es posible. Yo creo que sí, que me pondré totalmente en forma y volveré... No sé si me lo permitirá la vida, pero...» O los médicos. «Ellos quieren que lo haga, pero yo quiero estar muy segura».

Lleva María Dolores Pradera muchos años en los escenarios, pero su voz mantiene la juventud y la frescura. «Yo creo que canto igual, es curioso; mi voz no se ha alterado mucho. normalmente, a mi edad se ha perdido la voz». Y eso que, reconoce, ha abusado de ella. «He cantado toda mi vida... Y he sido una fumadora tremenda, parecía Popeye». Sus principios como actriz han tenido mucho que ver en su manera de cantar y entender la música: «En México me definen como una actriz que canta».

En «Gracias a vosotros» hay artistas de muy distinta procedencia, del flamenco al rock. ¿Cuando canta con ellos, se aflamenca, se vuelve más rockera? «¿Quién, yo? –vuelve a reírse–; no, qué va, rockera no... Menudo daño me haría. Pero me gusta el rock, y debe de ser algo muy importante. Fíjese usted lo que persiste... Más que yo».

Las cosas han cambiado mucho, y el negocio musical no vive buenos momentos. «El arte se puede sobreponer a todo, pero a este paso vamos a tener que hacer música en casa, para nuestros amigos». Hay más síntomas de la anómala situación que vive la cultura. «Ahora, por ejemplo, quieren quitar el nombre de Fernán-Gómez del teatro que lo lleva. Me parecería terrible, ha sido uno de los grandes de este país, y no creo que se lo quiten. Sería una barbaridad. No se puede machacar el arte. Sin él, España sería un país ramplón». Y añade. «Sigo las noticias... Y me muero de pena».

La técnica permite hace tiempo crear dúos con artistas desaparecidos. «Yo grabé hace tiempo una canción con José Alfredo. Pero ahora prefiero que estén vivitos, francamente». Le hubiera gustado, reconoce, haber grabado con Frank Sinatra. «Pero ahora, en plan cadaver, no. ¡Quiero vida!» Y dice, por fín, y quizás con la boca pequeña, que no habrá tercera parte. «De momento no...»