Jamie Cullum: «En el escenario siento la excitación de que no todo está controlado»

Diez millones de copias vendidas avalan la apuesta en el joven músico británico, que tiene en su abrasador directo uno de sus puntos fuertes: «Es que llevo muchos años haciendo esto. Empecé a dar conciertos con 15 años −en la actualidad tiene 33−, y en todo tipo de sitios, con muchos tipos de música diferentes y para todo tipo de públicos, incluidos los que no escuchan. Y lo segundo es que no me da miedo fallar o fracasar encima del escenario. Esa parte del riesgo, además de la energía que transmiten el público y los músicos, es fundamental, sentir la excitación de que no todo está controlado».

Jamie Cullum estuvo en Madrid para hablar de «Momentum», un disco cuyo título da pie a la primera pregunta: «Responde al momento de ahora mismo, en el que soy padre y marido, y a la visión que tengo ahora de la década pasada: fueron unos años un poco más locos y de pensar solo en mí mismo».

Nos habla de una madurez que parece desmentir su cara de adolescente revoltoso: «El hecho de ser padre −tiene una niña de dos años y otra de tres meses− te hace plantearte qué clase de persona eres y hacia dónde vas. Y eso ha marcado la diferencia en este disco. Durante muchos años estuve más pendiente de lo que la gente pudiera pensar sobre mi música, pero ahora me atreví a hacer cosas nuevas. Decidí hacer el disco a mi manera, para bien o para mal. “Momentum” responde más a un estado de ánimo que a cualquier otra expectativa».

Como ejemplo, ha utilizado demos caseras como punto de partida para varias canciones, e incluso, en el tema «Sad, sad, world», «utilicé un beat de batería sacado de una aplicación del móvil, y grabé el piano y el resto de la batería con un dictáfono».

De su cultura musical y buen gusto ecléctico da buena cuenta en un programa de radio del cual es conductor en la BBC: «Fue cosa de mi mánager. Yo, antes que músico, soy fan de la música, y siempre grababa cintas y recopilatorios para mis amigos. Así que me dijo que probara unos meses y, si no me gustaba, que lo dejara. Automáticamente me volví adicto, sin más pretensiones que la de compartir canciones que pienso que mucha gente no ha escuchado. Intento compaginarlo con mi vida: cuando hoy acabe las entrevistas haré el programa de radio desde la habitación del hotel. Pero no es algo forzado, simplemente lo tomo como una extensión de mi personalidad».

Este mes de julio pasará por tres ciclos veraniegos de nuestro país, el Heineken Jazzaldia de San Sebatián el 24 de julio, el Starlite Festival el 27, y el de Castell de Peralada el 28: «Hay que reconocer que en España se hacen las programaciones de los festivales con muy buen criterio».