La memoria de 130 barcos españoles apresados por los británicos sale a flote
Los Archivos Nacionales del Reino Unido digitalizan los 'Prize papers', un gran legado de 160.000 documentos, que verá la luz en noviembre
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Corresponsal en Londres
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Iniciar sesión«Esposo y querido mío. Celebraré que estas cartas lleguen a tus manos y te hallen con la perfecta salud que yo para mí deseo». Así empieza el texto firmado por Francisca Muñoz a su marido, Miguel Atocha, y fechado el 22 de enero de ... 1747, que forma parte de los papeles de La Ninfa, un navío de registro en el comercio entre Cádiz y Veracruz, México, y cuyos documentos forman parte de una colección que en noviembre verá la luz para el público general. Aquella carta nunca llegó a su destinatario, y esta, como muchas otras, forman parte de un tesoro único guardado en los National Archives (los Archivos Nacionales) del Reino Unido, y en los que están papeles de diferente índole –cartas, dibujos, recetas, registros y algunas veces también comunicaciones oficiales sensibles sobre el despliegue militar en los virreinatos– que fueron confiscados de los barcos capturados por los corsarios y buques de guerra británicos, que entre 1652 y 1815 se calcula que fueron unos 35.000.
El archivo de estos 'Prize papers' ('documentos de presa', ya que el 'presa' era la embarcación capturada) está compuesto por unos 160.000 documentos en los que hay cartas que jamás llegaron a sus destinatarios, muchas de ellas cerradas, y también pequeños objetos personales como joyas o muestras textiles. Todo este legado está siendo digitalizado gracias a un proyecto de colaboración entre la Universidad de Oldenburg en Alemania y los Archivos Nacionales, denominado precisamente 'Prize papers project', que a partir del próximo mes empezará a poner en línea toda la información en una base de datos de acceso abierto financiado por la Academia de Ciencias y Humanidades de Göttingen en Baja Sajonia.
El lanzamiento pondrá a disposición los documentos de alrededor de 130 barcos españoles capturados por los británicos durante las guerras del Asiento, conocida como de la Oreja de Jenkins. y de la Sucesión austríaca (1739-1748), cuando las potencias borbónicas y Gran Bretaña estaban en bandos opuestos y lucharon en famosas batallas navales como la del cabo Finisterre en mayo de 1744. De hecho, la mayoría de los documentos están en francés, español y holandés, pero también en otra veintena de idiomas. «En gran parte inexplorados por los investigadores, los 'Prize papers' son un tesoro de documentos y artefactos que rastrean la vida cotidiana de personas en todo el mundo, preservando las voces de hombres, mujeres y niños durante el período moderno temprano«, reza la explicación sobre el proyecto, que incluye la catalogación, conservación y fotografía de los documentos físicos, sumando en total unos 3,5 millones de imágenes.
Fuentes diplomáticas y de la Armada han confirmado a ABC que las autoridades de España tienen el máximo interés en este proyecto, del que España no se puede quedar al margen. De momento, a la espera de una visita oficial para conocer el fondo documental, están dando los primeros pasos para que investigadores españoles puedan trabajar en este archivo y las instituciones archivísticas de la Armada se preparen para plantear proyectos conjuntos. España cuenta con algunos fondos parecidos con los que podría cruzarse información, o poner en marcha proyectos para estudiar conjuntamente las aportaciones de las presas hechas por ambos países, tradicionalmente enemigos en los siglos XVIII y XIX.
Por otro lado, la existencia de un número alto, aunque indeterminado, de documentación que no ha sido estudiada ni abierta todavía, se muestra como una oportunidad única para establecer lazos de cooperación científica con el fin de que España pueda participar en dichos proyectos a fondo, con investigadores, becas y ayudas, además de la participación de instituciones y universidades... entre otras opciones. En definitiva, toda una ventana de posibilidades de colaboración en trabajos que formen parte de un abanico más amplio, tal y como detallan los responsables del proyecto, como trabajos sobre navegación, migración, historia social y familiar, comercio internacional, diplomacia, guerra, comunicación o lingüística.
Entre los barcos españoles capturados en aquella época se encontraba el Nuestra Señora de Covadonga, un galeón español que transportaba plata por valor de más de 60 millones de libras esterlinas y viajaba de Acapulco a Manila. La embarcación fue capturada en el Pacífico por el comodoro británico George Anson, veterano marino al que se le encargó, en el contexto de la Guerra del Asiento, el mando de una escuadra con la que debía doblar el cabo de Hornos y atacar las posiciones españolas del Pacífico. Interceptó al Covadonga en la mañana del 16 de junio de 1743, pero el español se rindió tras una batalla de 90 minutos, que dejó sesenta muertos y un número similar de heridos entre los nacionales. Pasar las posesiones del barco español al británico fue un proceso de alrededor de una semana, y entre los tesoros iban documentos que ahora podrán ser estudiados y observados.
Los que se conservan de este barco incluyen papeles oficiales que detallan la vida a bordo y el funcionamiento de los llamados galeones de Manila, así como cartas personales y oficiales, destinadas a ser entregadas en Filipinas. Otro de los barcos capturados del que se tienen documentos es La Ninfa, un español de comercio transatlántico que transportaba un botín muy especial: más de un centenar de cartas enviadas por hombres y mujeres de España a México y que fue capturado por el escuadrón corsario británico de la Familia Real.
Estos valiosos registros prometen ser un pozo de conocimiento sobre conflictos políticos y militares, pero también sobre la vida cotidiana y costumbres de la época a uno lados y otros de los mares que surcaban los navíos, como se ve en la carta en la que Francisca Muñoz le cuenta a Miguel Atocha las miserias familiares durante su ausencia, o recetas curiosas como el 'caldo de víboras' que aparece en una página que se conserva del barco La Perla, que transportaba oro, plata, lana y cacao de Perú a Cádiz cuando fue capturado cerca de las Azores el 29 de octubre de 1779. «Tomase una víbora recién cortada la cabeza, y cola, y quitando el pellejo, y entrañas se parte en pedacitos pequeños, se echa dentro de un matraz, se vacía encima cuatro, o cinco onzas de agua de tusilago, u otra semejante, y una onza de vino blanco electo, se tapa bien el matraz y se deja en digestión en el baño de maría, y hirviendo por quatro horas, después se cuela, y exprime fuertemente, y se da caliente al enfermo por una dosis. Si la víbora fuese pequeña, se echan dos».
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