Lou Reed, de siesta con Edgar Allan Poe en Barcelona
DAVID MORÁN
«Poe fue, por supuesto, el primero. Poe lo era todo», sentencia Lou Reed en el prólogo de «El cuervo» (Alfabia), nueva maniobra literaria de aproximación al turbio universo de Edgar Allan Poe que el rockero ha ejecutado en esta ocasión y en compañía del ... ilustrador Lorenzo Mattotti. Poe, decíamos, fue el primero, y por aquello de reforzar los vínculos onírico y adentrarse a conciencia en las pesadillas del autor de «Los crímenes de la calle Morgue», Reed aprovechó la presentación del libro en Barcelona para sestear, dar cabezadas ante los periodistas y, en fin, echarse un sueñecito a costa de Poe.
Serán cosas de la familiaridad, vínculo que el ex líder de la Velvet Underground ha venido cultivando desde que hace una década trabajó con Robert Wilson en la creación de «POEtry» y encontró en Poe a un inseparable compañero de viaje. «Es imposible no verse afectado por Poe; él inventó la escritura moderna», señaló Reed antes de deshacerse en elogios hacia Lorenzo Mattotti, autor de las inquietantes ilustraciones que acompañan a los textos de Reed. «Su trabajo es igual de emocional e intuitivo que el mío».
Demonios y fantasmas
Cada vez más escorado hacia la creación total, territorio en el que las mil y una caras de sus experiencias musicales, poéticas, fotográficas y cinematográficas, se resumen a la perfección en un rostro cada vez más enjuto, Reed solo tiene buenas palabras para hablar de Poe. «Es el mejor escritor y poeta de todas las generaciones. Sus obras son como un puzzle psicológico, el crimen como exploración psicológica. Inventó las historias de detectives y podría haber hecho lo mismo con la ciencia ficción».
La devoción, sin embargo, no es nueva. Ni se limita exclusivamente a su trabajo con Wilson. Y es que, hace siete años, Reed ya se midió con Poe para publicar «The Raven», doble álbum conceptual inspirado en el escritor estadounidense en cuyo interior se encuentra el germen de este libro; libro del que el propio Reed leerá hoy unos cuantos fragmentos en el C. de C. Contemporànea de Barcelona. «Esto no es Poe en directo, sino Poe a través de mis ojos», aclaró el músico justo cuando una cabezada más larga de lo normal ha anunciado el final de la comparecencia... A su lado, Lorenzo Mattotti cargaba con el peso de la conversación y recordaba cómo el músico le dio total libertad para recrear los demonios de Poe y, por extensión, los suyos propios. «Me dijo que no siguiese los textos, sino que me dejase llevar por la música».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete