Juan Gabriel Vásquez sucederá a Javier Marías como Rey de Redonda

El escritor fallecido nombró al colombiano nuevo soberano de la isla

Los herederos del autor de 'Corazón tan blanco' negociarán el futuro del sello

Muere Javier Marías, el gran novelista español del último medio siglo

Javier Marías y Juan Gabrial Vásquez, de fondo una imagen aérea del Reino de Redonda abc

24/09/2023
Actualizado 29/09/2023 a las 12:45h.

Cuáles deban ser la pompa y el protocolo poéticos, los vítores, los ditirambos y las épicas salvas de una ceremonia inédita para la sucesión en un reino literario lo descubriremos en las próximas semanas, puesto que, tal y como avanzaba Julia Navarro en ... un reciente artículo con motivo del año de la muerte de Javier Marías, el escritor dejó nombrado antes de morir como sucesor en el Trono del Reino de Redonda a su amigo y admirado Juan Gabriel Vásquez. ABC ha podido confirmarlo [lo publicamos, de hecho, unos días antes de que el elegido contase algunos detalles en «El país» y señalase que lo habíamos dado a conocer sin su consentimiento, pero sí con su conocimiento].

Todo apunta a que en las próximas semanas se concertarán los muchos detalles a considerar alrededor de este caso entre quienes han acompañado durante años a Marías y su actividad creativa y editorial y los herederos del autor de 'Corazón tan blanco'. No ha trascendido qué nombre usará el nuevo monarca [hay una dedicatoria de Marías a Vásquez, citada en dicho artículo, en la que escribió: «Para Juan Gabriel V, que lleva camino —si quiere— de convertirse en mi heredero. Con la admiración y el afecto de Javier M».] Pero sabemos que en el ánimo del colombiano reina la felicidad absoluta por la distinción. Cabe imaginar alguna escena muy literaria como en los viejos cuadros en los que un rey herido señala ante sus deudos a su heredero. Tal vez la realidad se parezca a veces a la ficción.

Por otro lado, Reino de Redonda es también una editorial escarpada y única, fundada por Marías en 2002, cuya continuidad estará entre los detalles a dirimir, aunque es totalmente independiente de la herencia del reinado.

¿Dónde está Redonda? ¿Existe fuera de la ficción? Hay una isla de tal nombre bañada por las aguas cálidas del Caribe cuyo escarpado aspecto nunca sedujo a descubridores ni colonos. Avistada por Colón durante su segundo viaje en 1493 sin ni siquiera detenerse a poner un pie en ella, esta roca circular flotando en mitad de las rutas marítimas de corsarios y tiburones estaba destinada a convertirse en reino literario.

La dinastía de monarcas de este islote de confín comenzó como un regalo de cumpleaños de un banquero a su hijo, el escritor M. P. Shiel (rey Felipe I de Redonda) cuando éste tenía quince años de edad. Desde aquel día el azar, los libros y el tiempo tejieron una compleja red de intrigas palaciegas, ventas fraudulentas de títulos y coronas, borracheras y abdicaciones que vinieron a confluir en un joven escritor español de paso por su amada Inglaterra. Javier Marías resultó ser el afortunado en extraer, sin quererlo, la espada del yunque. Reinó como Xavier I, cuarto soberano de la isla, y decidió dejar como huella real de aquel dominio de aves y ficciones la editorial Reino de Redonda, que se inauguró con el nuevo siglo publicando el volumen de cuentos fantásticos 'La mujer de Huguenin', del mismo M. P. Shiel, primer rey de Redonda.

Un buen marino

Un día, no hace tanto, Xavier I tal vez presintió que sus días podrían estar terminando. Rodeado de libros apilados por todas partes: en el suelo, las estanterías, sosteniendo como pilares de letras el cristal de la mesa baja atestada de ceniceros, pisapapeles, soldaditos de plomo y otros objetos singulares, así como alguna lata vacía de Coca-Cola... enciende un cigarrillo y responde distraído a la pregunta de la periodista sentada frente a él.

—Y bien, señor Marías. ¿Ha pensado ya en un sucesor para el trono del Reino de Redonda?

El monarca sin tiempo sonríe a la chica entornando los ojos por entre el humo del cigarrillo y contesta en voz baja, como si reflexionara. «Las ínsulas son lugares soñados cuando uno no es capaz de soñar con nada, como el pobre Sancho Panza. Quién querrá sucederme en la herencia de una isla desolada; una roca flotante coronada de alcatraces chillones en mitad del mar Caribe. Sólo pondré una condición: el rey que me suceda deberá ser un buen marino». Es decir, ha de ser capaz de medir los pasos de Ahab en la cubierta; recitar los versos de Stevenson, navegar entre estachas, tararear la música de la orquesta del Titanic y, sobre todo, reconocer en Joseph Conrad al «hombre de ninguna parte».

Ya en varias ocasiones, el novelista Javier Marías había declarado su admiración por el escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez, con el que compartía territorios literarios cervantinos y conradianos, además dos prestigiosos premios: el Gregor von Rezzori y el IMPAC de Dublín. Tal vez hoy, un año después de su muerte, podamos pensar que finalmente el trono de Redonda tiene un digno sucesor.