Un año entre costuras
ABC recorre con la escritora revelación de la temporada uno de los escenarios de su nueva novela: el Colegio Mayor Poveda
Un año entre costuras
Hace ahora un año, una novela, cuya única pretensión era la de cumplir un sueño, se deslizó tímidamente por las librerías de toda España.
Un lector, quizás seducido por el perfil enigmático de la mujer que aparecía en la portada, semioculto bajo un pequeño sombrerito ... de época, y que miraba más allá de sus costuras, compró un ejemplar. Y luego fue otro, y otro más, y aquella mujer, de nombre Sira Quiroga, acabó enamorando a muchos más, y su encanto personal terminó por rendir a su pies a más de trescientos mil lectores, a los que hoy sigue conquistando y cuyo límite nadie se atreve a decir dónde esta. Al mismo tiempo que su coqueteo incesante la proyectaba hasta convertirla en el éxito literario del año, la novela arrastraba en su carrera firme hacia la fama y el reconocimiento literario a quien nunca lo pretendió, una mujer de modales suaves, sensibilidad cautivadora y cercanía entrañable, llamada María Dueñas, autora de «El tiempo entre costuras». Su primera y, hasta ahora, única novela.
Sira Quiroga, la protagonista del libro, arrancó a María de la normalidad de su vida en Murcia, donde es profesora titular de la Universidad, esposa y madre de dos hijos, y la lanzó a una aventura literaria, tan nueva como apasionante, que durante este último año ha transitado vertiginosamente entre los pliegues y las costuras de las páginas de su primera novela.
Sin perder un ápice de esa natural compostura personal, la misma que siempre tuvo, antes de que el éxito llamara a su puerta, y que está delicadamente tejida sobre una tela de valores personales sólidamente asentados, María revive junto a ABC la irrepetible experiencia de este último año, porque ella sabe que nunca habrá otra igual. Gira su mirada atrás, pero sin perder de vista el horizonte, aquél por donde ya empieza a vislumbrarse su próxima novela. Y lo hace en un lugar, en el que quizás ella, sin pensarlo, comenzó a fraguar esta nueva entrega, hace más de veinte años: el Colegio Mayor Padre Poveda de Madrid, de la Institución Teresiana, uno de los muchos escenarios donde se desarrollará su segundo libro, y en el que residió durante su época universita, allá por la década de los ochenta. Hoy vuelve después de muchos años. Por aquel entonces, era una joven universitaria de Filosofía y Letras que, en el último año de carrera, soñaba con estudiar en Estados Unidos y esperaba cada día, cuando ya llegaba la primavera, sentada en la escalera de entrada del Colegio Mayor, que el cartero le trajera la carta de admisión a una universidad norteamericana. Como así fue.
Es precisamente junto a la escalera de entrada de esta prestigiosa residencia universitaria, por cuyos peldaños han transitado y siguen transitando los sueños e ilusiones de tantas jóvenes estudiantes, e incluso los de ella misma, dónde María reconoce que este año ha sido «sorprendente», por lo «inesperado y precipitado» de su éxito. Como nunca lo buscó, ni lo esperó, se tuvo que ir «adaptando, sin ninguna planificación, sin tener ni idea de cómo iban a ir las cosas y según iban viniendo me involucraba en cosas nuevas. En junio de hace un año salimos con una edición de 3.500 ejemplares y, desde el principio, la reacción de los lectores fue muy positiva. Comenzaron a sucederse las ediciones y tuve que irme habituando a las entrevistas, a que los lectores me escriban y me cuenten cosas. Yo he recibido todo con mucha alegría, mucha satisfacción y mucha gratitud».
Pero hubo un momento en que el libro tenía ya vida propia y, entre risas, admite que «me superó». Entonces, fue consciente de que Sira Quiroga había revolucionado su vida: «Me di cuenta que había perdido el control cuando no podía llevar a cabo los planes que yo tenía previsto. Quería empezar a trabajar en enero en mi nuevo libro y siempre pensé que después de Navidad todo se relajaría y yo iba a tener tiempo para dedicarme a él. Pero no, llegó enero, y siguió, y siguió. Tuvo vida propia, y me superó».
Esta vorágine en la que se ha visto inmersa, este tsunami literario que la ha lanzado a un mundo nuevo, no la ha hecho cambiar nada: «Soy exactamente la misma que antes del libro, sólo que con un poco más de lío y con una experiencia muy enriquecedora a mi alrededor. Ten en cuenta que me ha pillado con 45 años, cuando ya tienes los puntales de tu vida muy bien anclados». Sus hijos «están encantados» con el éxito de su madre, «pero ellos están en su propia realidad y esto sólo es un añadido»; y su marido es el «primero que me ha apoyado desde el principio, cuando escribir era sólo una ilusión que se podía quedar en nada, en un documento en mi ordenador. Lo sigue todo con mucha ilusión».
Nueva historia
Después del vértigo que da vender más de 300.000 ejemplares de su primera novela, saber que se va a traducir a ocho lenguas, que se va a publicar en Estados Unidos y que incluso se llevará al cine, ya que una productora ha comprado los derechos de la obra para hacer una serie de televisión, María Dueñas afronta el futuro con «mucha tranquilidad, con muchas ganas de escribir, pero no pensando que voy a dar el gran pelotazo. Me apetece mucho sumergirme en otra historia que resulte tan atractiva como ésta. Esta es mi intención y la voy a abordar con todo mi optimismo, con todas mis ganas, con toda mi ilusión, y con el objetivo de conseguirlo. Después, ya veremos, tendrán que juzgarlo los lectores». ¿Y cómo será esta nueva historia que haga olvidar a los lectores la vida de Sira Quiroga? «Me gustaría escribir una novela larga en la que se entrecrucen historias, que haya saltos en geografía. Quiero situarla entre España y Estados Unidos, que tenga que ver con la vida universitaria y que, como en “El tiempo entre costuras”, haya sorpresas, encuentros, quiebros inesperados, una historia ágil y de muchos personajes. Arrancará en presente y tendrá flash back del pasado».
Girará en torno a la vida de una estudiante universitaria que viene a España y que se alojará en el Colegio Mayor Poveda, «pero en una época anterior a la mía, tengo ya la referencia, pero voy a tener que documentarme con las alumnas que estuvieron aquí una década antes». Un tiempo sobre el que María Dueñas guarda un cálido recuerdo: «Los años de estudiante universitaria marcan tu vida y tu futuro, tu destino, en cierta manera. Mis cinco años de la carrera los pasé viviendo aquí. Son unos años entrañables que recuerdo con muchísimo cariño, por todo lo que supusieron. Por las amistades, por los recuerdos y me ha encantado la idea de volver aquí otra vez, volver a tener vinculación con alguna cosa del pasado, que siempre había recordado con mucho cariño».
Fueron unos años universitarios tan intensos, con una vida colegial tan llena, que le dejaron tanta huella, que este guiño en su nuevo libro es el mejor homenaje que puede hacer para devolver todo aquello que recibió y que un día compartimos.
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