libros / poeta de feria

Luis Alberto de Cuenca: el trovador sabio

El escritor y Académico de la Historia cierra nuestro ciclo dedicado a la poesía en la Feria del Libro de Madrid

manuel de la fuente

Luis Alberto de Cuenca es una sola persona . Miente quien afirma que es una insólita franquicia literaria. Lo que pasa es que no para. Y si este fin de semana merodean ustedes por la Feria del Libro, lo mismo lo ven de cháchara ... con Garci, aunque también puede ser que el querido prócer esté firmando alguno de sus ejemplares. ¿Pero cuál? ¿En qué caseta? ¿En que especialidad? Poeta, traductor, introductor, prologuista, Académico de la Historia, Luis Alberto de Cuenca contradice el refrán de que quien mucho abarca poco aprieta.

Para empezar, es un currante incansable. Y, para seguir, es hombre curioso lo que probablemente es el primer paso para ser un hombre culto, cultísimo. Un sabio, el prócer Luis Alberto, pero no de los que se cantan y se cuentan a sí mismos en un pedestal, sino de los que no tienen inconveniente en bajar a los terrenales estadios del fútbol (más bien amerengados), del cómic y del tebeo, de la literatura fantástica, de la historia de Britania, ni de ser el español que más sabe de Tintín , o de entusiasmarse con una canción de Leonard Cohen , o un romance de Joaquín Díaz. Y de vampiros, también anda sobrado. Y de la Rue del Percebe. Y del ciclo artúrico . Y de los trovadores.

Quijotada internáutica

Pero esta humilde sección habla de poetas y no de sabios, aunque tales cosas a veces coincidan, como en este momento parece. Aquí estamos en territorio lírico, en una quijotada internáutica que nos ha acompañado toda la Feria del Libro de Madrid . Así que ya puestos, les recomendamos tres apuestas sobre seguro firmadas por Luis Alberto de Cuenca : «La vida en llamas», «El reino blanco» y «Los mundos y los días» , que ya va por su cuarta edición.

De Cuenca no es poeta de retorceduras, ni de sentimiento granítico. Muy al contrario te entra por los ojos, por los ojos del corazón, y como suele ser habitual, cuanto más sabio, más sencillo. El día que pregunte algo a este señor y no me dé justa y exacta razón, juro por Milú que me retiro de los ires y venires de este valle de lágrimas.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios