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ABC Cultural

Karmelo Iribarren: «Estuve en el abismo, pero le eché un par y seguí andando. Me gusta demasiado la vida»

Acaba de publicar un breve poemario, «Haciendo planes», y la próxima semana aparecerá una edición ampliada de «Diario de K», su libro de aforismos. ABC conversa con uno de los últimos poetas malditos, y más desconocidos

PAKO PIMIENTA

INÉS MARTÍN RODRIGO

Uno llega a la poesía de Karmelo Iribarren (San Sebastián, 1959) un poco como cuando entras solo en un bar: con timidez y sin pretensiones, albergando la esperanza de que nadie repare en tu presencia y poder, así, esconderte en una esquina y apurar ... la cerveza, que pides como quien suplica clemencia. A él le gustaría ese símil. Seguro. Incluso es probable que, al leerlo, lo retenga en su memoria para después recuperarlo, horas después, y con él bosquejar un poema. Es lo que, a fin de cuentas, lleva haciendo casi cuarenta años, en silencio, sin reclamar atención, escondido en ese rincón del bar cuya barra regentó hasta que no pudo más, temeroso de beberse la vida antes de tiempo.

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