Una editorial española clonará el manuscrito Voynich, el misterioso libro que nadie ha podido descifrar

Después de un proceso apelaciones que se ha alargado durante 10 años, Siloé, una pequeña editorial en el norte de España se ha asegurado el derecho a clonar el documento, para deleite de su director.

«Tocar el Voynich es una experiencia» , dice Juan José García, desde el centro de Burgos donde está la oficina de Siloé, a pocas calles de la catedral gótica de la ciudad.

« Es un libro con tal aura de misteri o que cuando lo ves por primera vez... te llena con una emoción que es muy difícil de describir», explica el editor.

Siloé, especializada en la fabricación facsímiles de manuscritos antiguos, ha comprado los derechos para hacer 898 réplicas exactas del Voynich, así que toda mancha o agujero en el pergamino se reproducirá.

La editorial tiene previsto vender los facsímiles desde 7000 euros a 8000 cada uno . Cerca de 300 personas ya han hecho sus prepedidos.

Raymond Clemens, conservador de la Biblioteca Beinecke, de Yale, han decidido tener facsímiles del Voynich debido a que son muchas las personas que quieren ver el manuscrito. «Creemos que los facsímiles proporcionarán la apariencia del original para aquellos que están interesados», dijo.

El manuscrito lleva el nombre de Wilfrid Voynich, anticuario que lo compró en 1912 de una colección de libros pertenecientes a jesuitas en italianos.

Durante mucho tiempo se creyó que era el trabajo del fraile franciscano del siglo XIII Roger Bacon, cuyo interés por la alquimia y magia le llevó a la cárcel. Esa teoría se descartó cuando el manuscrito fue fechado entre 1404 y 1438 .

Otros apuntaron a un joven Leonardo da Vinci, que escribió este código para escapar de la Inquisición.

Las plantas que aparecen no han sido reconocidas, los mapas astronómicos no revelan mucho y las mujeres que aparecen ofrecen pocas pistas.

La biblioteca Beinecke recibe miles de mensajes de correo electrónico cada mes de personas que afirman haber decodificado el manuscrito, dice René Zandbergen, ingeniero espacial que dirige un blog sobre el manuscrito.

A Siloé le llevará cerca de 18 meses hacer los primeros facsímiles, en un laborioso proceso que se inició en abril cuando un fotógrafo tomó instantáneas detalladas del original en la Universidad de Yale.