La Biblioteca Nacional digitaliza 75.000 obras de sus fondos

Es un punto y seguido en esta labor, desde que a finales de 2008 , la BNE y Telefónica firmaran un convenio para proceder a la digitalización de 200.000 obras , lo que supone cerca de veinticinco millones de páginas visitables. Entre los fondos inabarcables de la Biblioteca Nacional se encuentran dibujos, grabados, fotografías, materiales cartográficos, registros sonoros, manuscritos, incunables, libros de los siglos XVI al XX, prensa histórica, ephemera…

Como el lector entenderá estamos ante un trabajo de proporciones hercúleas en el que participan infinidad de personas y recursos tecnológicos con el objetivo de que cada día se puedan poner a disposición de los expertos digitalizadores alrededor de 30.000 páginas .

Concretamente, antes de llegar al ordenador, se lleva a cabo un prolijo y exhaustivo proceso que supone, según la BNE, «la selección de obras y ejemplares, la revisión de su estado de conservación, de su catalogación y de cualquier incidencia que afecte a las obras».

Se realizan, además, varios controles de calidad, porque también se pretende que esta digitalización sea la definitiva. Igualmente, cabe resaltar que la BNE guarda una copia digital de alta resolución, por si se requiriera hacer nuevos derivados más adelante. La digitalización también supone otras ventajas, como que las obras ya no deberán ser prestadas ni será necesario su traslado, y tanto especialistas como ciudadano de a pie verán totalmente facilitada su tarea de consulta.

Hay un ejemplo reciente del éxito de esta empresa, el desarrollo del Quijote Interactivo , lanzado en octubre de 2010, fecha desde la que ya ha recibido más dos millones de visitas. Entre las muchísimas virtudes de este Quijote, destaca la interactividad ya que, explica la Biblioteca, «el lector puede acceder a contenidos multimedia que ayudan a contextualizar la obra: por ejemplo, puede oír el sonido real de las páginas al pasar como si tuviera el libro auténtico entre sus manos, escuchar la música de la época o adentrarse en la vida del siglo XVII (gastronomía, teatro, vestimenta o aficiones)».