Antonio Salas: «En la red, cuando algo es gratis, el producto eres tú»

Espasa acaba de publicar « Los hombres que susurran a las máquinas. Hackers, espías e intrusos en tu ordenador », una inquietante investigación sobre seguridad informática en el que el periodista Antonio Salas da las pistas para saber cómo protegernos en la red y ha aceptado responder las preguntas de los lectores de ABC.es:

-Te sigo desde «Diario de un Skin», y he visto tu evolucion como escritor. Tambien he sigo testigo de cómo ha aumentado el odio hacia ti en internet libro a libro. ¿Cómo se puede vivir siendo tan odiado?

No creo que haya mucha diferencia entre las limitaciones de mi forma de vida y las de cualquier concejal del PP o el PSOE cuando vivían amenazados por ETA en Euskadi; o la de cualquier testigo protegido que ha declarado contra el crimen organizado... La policía nos enseña a evitar las rutinas, a no resultar predecibles... y otras medidas de precaución que no es prudente divulgar. Pero resulta inevitable volverse un poco paranoico. Ahora esa paranoia se ha multiplicado por mil con todo lo que he aprendido estos años. Lord Epsylon un hacktivista que conocí y que me enseño a comprender y valorar que es realmente el hacktivismo dice que «tu nivel de paranoia crece proporcionalmente a tus conocimientos sobre la red»... y yo no dejo de aprender.

-¿En qué campos están ahora mismo los hackers? Usted ha dicho que no son delicuentes pero la opinión pública, en mayoría, cree que sí lo son.

En buena medida la culpa es nuestra, de la prensa. Y de la RAE, cuando incluyó la voz «hacker» en el diccionario de la lengua española definiéndolo como «pirata informático». El cine y la TV no ayuda. De hecho yo comencé la investigación con ese prejuicio, que se fue diluyendo a medida que fui conociéndolos. Para que lo entiendas, cuando recibes en tu ordenador o telefono un mensaje de tu proveedor de Internet, de tu red social, o de tal o cual APP, para que la actualices (algo que yo antes no hacía), en muchos casos es porque algún hacker ha descubierto nuevas vulnerabilidades en ese sistema y las ha notificado al proveedor para que la repare y te advierta a ti como usuario. Un ciberdelincuente aprovecharía esa vulnerabilidad para lucrarse. Los hackers son científicos. Son investigadores tecnologícos enamorados de las máquinas. Y en estos momentos cualquier empresa de seguridad se pega por contratarlos, así que hay que ser muy imbécil para dedicarte al cibercrimen si realmente tienes conocimientos y formación tecnológica. El problema es que ya existen demasiadas herramientas y tutoriales de hacking que te puedes descargar en la red, para cometer tropelias sin tener ni idea de informática... Eso sí, que sepas que más pronto que tarde te van a pillar.

-Estoy leyendo tu ultimo libro y estoy sintiendo miedo de mi propio telefono movil. ¿Cómo podemos protegernos? Gracias.

No lo dejes ahí, sigue leyendo. Yo empecé de cero. Como lo que soy, un usuario normal absolutamente ignorante que ha tenido que aprender los «trucos» sobre la marcha. Y a medida que avances en la lectura descubrirás, como yo lo hice, cómo crear contraseñas robustas para tu correos; cómo identificar si ese pesado que te pide amistad en Facebook es un perfil falso para ligar, cómo proteger tu navegador, tu wifi o tu sistema operativo; cómo detectar el malwere que te envían todos los días en correos basura; cómo cifrar tus comunicaciones; cómo proteger a tus hijos pequeños de los ciberacosadores, o tus padres o abuelos (inmigrantes digitales) de los estafadores... y cómo la sentencia «cuando algo es gratis en internet, el producto eres tú», es una terrible realidad.

-¿Merece la pena tanto esfuerzo?

Si, justo tras desenmascarar a uno de los miserables ladrones de vidas que protagonizan este libro, no hubiese desaparecido mi página web y mi perfil de Facebook de la red, podrías leer miles de mensajes de chicos y chicas que dejaron el movimiento nazi tras leer «Diario de un skin», clientes que dejaron de consumir prostitución tras leer «El año que trafiqué con mujeres» o jóvenes árabes que abandonaron la idea del Yihad tras leer «El Palestino»... Si eso no vale la pena, no se me ocurre que la valdría.

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