El festival Suma Flamenca de Madrid programa un arranque histórico

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Nacho Serrano

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Quien se encargará de la inauguración es Tomatito desde los Teatros del Canal, el epicentro de la cita. Lo hará con un estreno absoluto que en parte resume la esencia del circuito madrileño desde su diapasón: 'De la plaza Vieja a la plaza de Santa Ana'. Es decir, de Almería a Madrid. Si ampliamos el prisma: a Madrid desde Andalucía. El Sur entrando por las entretelas del centro, arrastrando todo a su paso. Incorporando y a su vez anunciando a voz en grito su arte compartido, ese al que tanto aportó esta ciudad que todo lo hace propio.

Tomatito en concierto es una promesa de noche memorable. Pero quien le sucede en esas tablas, también: Mayte Martín, la voz honda y lírica de este cante nuestro que a base de algodón no destapa la herida, sino que la abre. La cantaora catalana viene con 'Flamenco íntimo' junto al guitarrista José Gálvez, una búsqueda por la sensibilidad de la memoria. Pastora, Vallejo, Chacón… Los viejos ecos que en su garganta mudan la piel.

Tras ella, el maestro Rafael Riqueni presenta en sociedad su último proyecto: 'Nerja', una obra en la línea de 'Parque de María Luisa'. Es decir, se acerca a un paisaje sonoro desde el nacionalismo musical que encontró en Albéniz, Falla y Turina. Música clásica con técnica flamenca, carácter sorpresivo y billete de ida y vuelta hacia el reverso de las cuevas.

Este arranque, Tomatito, Mayte Martín y Rafael Riqueni, posiciona a Suma Flamenca entre los mejores festivales del mundo. Pero es que el viernes es el turno del Pele, el cantaor de inspiración gitana más notable del presente, así como uno de los pocos de esa generación que ahora ronda los 70 años que continúa pletórico de facultades. Creativo, salvaje e irregular, en 'A sangre' recorre la visceralidad de una creación que cautivó a muchos, desde Camarón a Vicente Amigo.

Con esa idea dominante de traer a los más destacados de cada corriente, el marco recibe otros dos grandes referentes el sábado y el domingo. David Dorantes, el pianista que hizo variar el rumbo de las teclas desde la publicación temprana de 'Orobroy', y Carmen Linares, el eco femenino más caudaloso de los últimos 50 años. Uno viene con 'Identidad' más que placeada. Otra con un homenaje al lugar al que llegó de niña para quedarse por siempre: Madrid. Luego se sucederán montajes de distintas tonalidades dentro del abanico. Danza contemporánea, punk, baile clásico, recitales y propuestas de lo más variadas. Pero la contundencia de este arranque en la sala principal nada lo iguala. Es un grito frente a un espejo quebrado ante tal sonido.