España se suma al 'Año de la mujer indígena' en la macroexposición organizada con México

La iniciativa, impulsada conjuntamente por el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Asuntos Exteriores, en colaboración con el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México, ocupará tres sedes: el Museo Arqueológico Nacional (MAN), la Casa de México y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. El Ejecutivo le ha dado a esta exposición rango de 'cuestión de Estado'. Se trata de un primer punto de encuentro tras varios años de desencuentros bilaterales. El momento de mayor fricción llegó cuando Andrés Manuel López Obrador exigió disculpas formales a España por los abusos de la Conquista.

La concesión del premio Princesa de Asturias de la Concordia al Museo Nacional de Antropología de México el pasado 4 de junio comenzó a restañar las heridas. Poco después, altos cargos del Ministerio de Cultura español –la directora general de Bellas Artes, Ángeles Albert, y la directora del MAN, Isabel Izquierdo– viajaban a México para cerrar el acuerdo expositivo con el INAH. Una colaboración que se concreta en la participación de España en el 'Año de la mujer indígena', declarado por el Ejecutivo de Claudia Sheinbaum en diciembre del año pasado.

México lanzó esta efeméride con el objetivo de «resaltar el papel que tiene la mujer en la humanidad, toda, pero en particular en la lucha por la emancipación y por los derechos de los pueblos indígenas», algo que se ajusta a la perfección al ideario del ministro de Cultura, Ernest Urtasun, que ha hecho de la descolonización de los museos españoles una de sus banderas. En este caso, los centros que se adscriben a esta iniciativa abrirán sus puertas a una museografía diseñada por el INAH mexicano.

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La idea de esta iniciativa es mostrar en Madrid, a finales de año, cientos de obras de las distintas culturas (aztecas, mayas, olmecas, etc.) que poblaron los territorios que han conformado el México de hoy. El Arqueológico, que será la sede principal de la exposición, recibirá alrededor de trescientas obras, la mayoría procedentes del Museo Nacional de Antropología e Historia. El Museo Thyssen, por su parte, expondrá el ajuar mortuorio de la conocida como Reina Roja. Se trata de uno de los sepulcros mayas más sorprendentes desde su hallazgo en 1994.

El director artístico del Thyssen, Guillermo Solana, ha asegurado recientemente a Europa Press en una entrevista que su papel al frente del museo consiste en «releer con nuevos datos, recontextualizar, reinterpretar las obras de las colecciones para ser más conscientes de cómo surgieron muchas de las fortunas de los coleccionistas o de los retratados que tienen un origen vinculado a la explotación colonial o a la esclavitud». En eso consiste, a su juicio, la polémica descolonización.

«La preocupación por la descolonización es ubicua en todos los museos del mundo, con independencia del gobierno que haya. Los gobiernos pueden favorecerlo e impulsarlo, como es el caso del Ministerio de Cultura actual. O pueden torpedearlo, como está sucediendo en Estados Unidos», asegura. «En España ha habido una recepción distorsionada de este asunto de la descolonización de los museos por razones de polémica política», mantiene. Solana, director del Thyssen desde hace dos décadas, dejó el año pasado claras sus inclinaciones políticas al presentarse en las listas de Sumar a las elecciones europeas.

Habrá una tercera sede para esta gran exposición dedicada a la mujer indígena, además del Arqueológico y el Thyssen: la Casa de México. Este centro cultural completará el recorrido con una mirada más pedagógica y divulgativa. Este desembarco cultural mexicano en Madrid conformará la mayor exposición de arte precolombino hasta la fecha en España. Se trata de una de las colaboraciones culturales más significativas entre ambos países y, a la vez, de una operación diplomática al más alto nivel.