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ABC Cultural

Rafael Cadenas, el poeta del asombro

«Su palabra nace de una errancia, de un alma en crisis que ha perdido su patria y lucha por atisbar el porvenir»

Esa inmensa patria llamada Rafael Cadenas

«Trabajo cada día en mis poemas... la lengua es la patria del escritor»

Diego Doncel

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Rafael Cadenas es la voz del asombro, del asombro de vivir y del asombro de verse rodeado por el misterio. Exiliado, desterrado por la reciente historia de su país, Venezuela, es ese corazón solitario que mira lo que ha perdido y trata de hacer de ... la poesía un lugar habitable, un territorio ganado a las inclemencias de la política y a las intemperies de las ideologías. Su palabra nace de una errancia, de un alma en crisis que ha perdido su patria y lucha por atisbar el porvenir, de un hombre que tiene la misión de ver qué hay de humano en nuestras sociedades llenas del ruido de los discursos. A lo largo de su biografía como poeta, su voz se ha ido depurando, haciéndose cada vez más misteriosa, haciéndose cada vez más cercana a la plegaria, al ruego, a la renuncia y definitivamente a una forma de redención. Rafael Cadenas, como buen sucesor de Rilke, intenta redimir la vida cotidiana de todo aquello que no la hace esencial, de todo lo que no la hace del vivir como una aventura de la contemplación. El hombre moderno es, para él, un hombre acosado por la melancolía, por la violencia, por la sinrazón de la historia, un hombre que necesita volver a contemplar el presente como un tiempo donde es posible vivir. Su gran aventura es esa: hacer de la poesía ese lugar donde se busca y se recupera la realidad.

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