Es peor que hablen español

Paco León ha estrenado película, 'Mari(dos)', con acento catalán, y ya se ha puesto en guardia. «Después de haberlo hecho, me entraron los miedos. Lo disfruté mucho, pero sí que temo que haya gente que pueda sentirse ofendida. Desde luego, lo he hecho con todo mi respeto y cariño al acento, porque me encanta. Por otro lado, los andaluces hemos sido imitados tantas veces, hasta incluso parodiados, que también, ¿por qué no actuar con otros acentos?«. Es lo que vino a justificar Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común al pedir (y conseguir) en la Comisión de Cultura del Congreso una proposición no de ley por la que se insta al Gobierno a evitar la discriminación por el acento. Reivindicaban la dignidad de todas las variedades y modalidades lingüísticas. Creen estos grupos, en guardia por ofensas que no habíamos percibido, que Extremadura, Andalucía, Murcia o Canarias son algunas de las regiones que sufren más glotofobia o hablismo (los palabros van subiendo la apuesta, ¿eh?). Dicen que es frecuente que el hablante estigmatizado desarrolle toda una estrategia de encubrimiento de un rasgo que considera vergonzoso. Mira, como en 'Imitación a la vida' cuando la hija negra pero parduzca de Juanita Moore se hace pasar por blanca. Tragedia tras tragedia, oye. Lo chistoso es que toda esa amalgama podemita, entre la que está En Comú Podem, no considere el acento catalán objeto de burla. Aunque algunos catalanohablantes hayan pasado de nivel en aquello por lo que pusieron verde (bueno, le dijeron reptil, cocodrilo, hiena, lepra, fermento de antepasados…) a Julio Camba. Empezaba así la columna de 24 de julio de 1917: «A todos los españoles suele indignarnos mucho el que los catalanes hablen catalán. Hay algo, sin embargo, que nos indigna más todavía, y es que hablen castellano». Y eso que Camba no había sufrido a Jaume Asens, Laura Borràs, Miriam Nogueras, Mireia Vehí o Marta Villalta, cuyo español es un puñal por la espalda a la lengua de Cervantes. O a la de Trapiello. Al charnego Rufián se le entiende.

Hace unos años, la acaldesa de Vich y diputada de JxCat, Anna Erra, dentro de una campaña de la Generalitat llamada 'No me cambies la lengua', instó a los catalanes autóctonos a no hablar en castellano a personas que «por su acento o aspecto no parecen catalanes». Eso del aspecto recuerda al episodio de 'Modern Family' en el que se van a París y Mitchell (el pelirrojo) se disfraza de francés harto de que por su pinta lo traten como americano. ¿Tienen los catalanes aspecto de catalanes? A veces sí. Si no lo conocieran, Rufián les parecería un forastero sospechoso. A veces no (o sería antes). Mónica García tiene todo el aspecto del catalán Saza, que no tendría aspecto de catalán para los sexadores del homo catalán.