Al este de «la M-30»

Tras un francamente desmoralizante peregrinaje en círculos por lo que resultaría ser una antigua calzada de la era tardoconsumista ibérica, conseguimos avanzar en el trabajo de campo, no sin antes dedicar una jornada completa al estudio y documentación de la misteriosa senda recorrida. Según crónicas locales de la época, desencriptadas por nuestros especialistas, esta obra de ingeniería urbana era conocida en el periodo inmediatamente anterior al colapso climático como «la M30» y, lejos de conectar dos puntos estratégicos, unía incomprensiblemente un punto consigo mismo.

Noticia Relacionada

La rotonda del osito de gominola

Rebeca Argudo

Septiembre, 3525. España es hoy un bioma árido. Localizamos una figura monumental extrañamente intacta, situada en el centro de un montículo circular. Este hallazgo supone el primer vestigio material recuperado de la cultura española tardoconsumista

Barajamos la posibilidad de que su utilidad fuese la del desplazamiento circular de tropas militares indecisas o bien la rotación ritual e ininterrumpida de rebaños. Abandonamos el eje principal de la vía mayor por una estructura lateral, de traza claramente intencional y función de derivación hacia asentamientos secundarios o puntos de abastecimiento, hoy desaparecidos. Llegamos sin dificultad reseñable al yacimiento arqueológico denominado «sede de Vocento» y centramos nuestros esfuerzos en el área conocida como «redacción de ABC Cultural».

Se trata de una estructura edificada de uso civil, conservándose únicamente algunos segmentos de los paramentos y elementos estructurales dispersos. Pese al deterioro general, algunas estancias se mantienen en asombroso estado de conservación y en su interior se han encontrado diversos materiales y elementos de notable interés. En una primera y apresurada toma de contacto con el espacio y su contenido, pendiente de los resultados de fases más avanzadas y específicas, podemos consignar lo siguiente:

Son localizados los siguientes elementos, clasificados bajo el epígrafe «residuos contemporáneos de uso cotidiano»:

Ingente cantidad de lo que parecen semillas tostadas y pulverizadas mediante técnicas ancestrales y dispuestas en agrupaciones de pequeño tamaño, rodeadas de un material desconocido de apariencia metalizada, con inusual variedad de colores, para evitar su dispersión. Deducimos, por observación de ciertos textos epigráficos, que eran conocidos como «cápsula Nespresso». Pendiente todavía de revisión, reformulación y comprobación, se baraja la hipótesis de que cada color respondiera a un efecto diferente tras la ingesta, preferiblemente a primera hora de la mañana y después de comer. Así, aventuramos que la roja era estimulante, relajante la azul, la amarilla dotaba de velocidad suprahumana y, la verde, otorgaba invisibilidad.

Pequeños pedazos de sustrato de celulosa de color amarillo (doce) adheridos a diferentes superficies de manera dispersa. Presencia de restos pegajosos al tacto y transparentes a la vista solo en uno de sus lados, presentando en el opuesto trazos caligráficos cifrados de ejecución manual pendientes de desencriptar. Algunos ejemplos: «revisión ortotipográfica pendiente», «entregar reseña libro Juan del Val, LOL», «Celia: recordar a Argudo entrega Arqueología. OTRA VEZ».

Instrumentos electrónicos de diseño compacto y transportables de muy diversa apariencia, siendo los más abundantes los de pequeño tamaño, manejables con una sola mano. Creemos se trata de arcaicos dispositivos de comunicación y transmisión.

Bajo el epígrafe «restos orgánicos» se catalogan los siguientes vestigios:

Una primera capa de material fibroso compactado. Tras análisis pormenorizado se comprueba que es material antrópico sedimentado: una acumulación de antiguos volúmenes codificados en soporte lignocelulósico procesado, con número variable de láminas rectangulares unidas mediante un sistema de fijación central, denominados «libros». Se han diferenciado cuatro tipos en esta faja edáfica acumulada: novelas, ensayos, catálogos y periódicos.

Bajo esta capa compactada han sido hallados los restos esqueletizados del ser humano identificado, con base en los documentos personales y el material del espacio denominado «archivo de ABC», como Jesús García Calero, director de ABC Cultural. Tras analizar el material osteoarqueológico y el conjunto artefactual próximo al mismo, se aventuran tres hipótesis respecto a las causas del deceso: por la interrupción súbita de las estructuras sociohumanas debido al evento climático extremo ya documentado, por asfixia debido a sepultación bibliográfica por desprendimiento de producción editorial precariamente apilada o de puro tedio durante la lectura de la obra maestra de la literatura universal 'La península de las casas vacías'.

En este nivel se han consignado los siguientes subtipos de estratos culturales con función particular: recipientes cerámicos con los nombres impresos de productos narrativos audiovisuales de proyección secuencial (denominados «películas»), utensilios arcaicos de transferencia de pigmento por contacto (bolígrafos), herramienta de calibración de cuerpos tipográficos (tipómetro) con cíceros (creemos, pues no hayamos documentación al respecto, que se trataba de un ancestral animal quimérico de tamaño mediano, patas largas y curvas, tendente al circunloquio y con cola en forma de pergamino).

En el exterior del espacio perimetrado y delimitado del yacimiento han aparecido de manera casual los restos cadavéricos de un número incalculado de seres humanos, ataviados con lo que parecen restos textiles de color morado, el mismo color que el material piloso adherido a algunos de los cráneos. Una primera observación del utillaje asociado nos permite concluir, a espera de comprobación y confirmación, que se trataba de la celebración de antiguas prácticas rituales coercitivas donde la racionalidad se veía suspendida y cuyo fin era espantar a deidades negativas o seres sobrenaturales hostiles. En este caso en concreto, el ente de atributos destructivos respondía al nombre de Juan Soto Ivars y «Cultura de ABC» habría cometido la herejía de entrevistarle sin atender a los requerimientos quirománticos y cancelatorios de los agentes ceremoniales morados. Creemos necesario ahondar en este asunto en futuras incursiones por su interés para documentar los niveles de desarrollo artístico e intelectual previos a la destrucción total.