'HAWKS! El zorro plateado de Hollywood', de Todd McCarthy: Howard Hawks, el verso libre

ENSAYO

'HAWKS¡ El zorro plateado de Hollywood'

• Autor Todd McCarthy
• Editorial Hatari! Books
• Año 2023
• Páginas 817
• Precio 49,95 euros

Todo en 'Hawks!' es deslumbrante. Uno, puestos a comparar algo semejante en literatura recuerda la ya clásica biografía de Ellmann sobre James Joyce. Howard Hawks (Gosen, Indiana, 1896-Palms Spring, California, 1977) tiene en su haber tal cúmulo de películas extraordinarias que sólo cabe señalar a Hitchcock y Ford, como compañeros del Olimpo. Ni uno más. Sin embargo, para alguien que consideró que la clave de una producción cinematográfica era entretener no siempre contó con el reconocimiento absoluto a su ingente y memorable obra.

Baste recordar que sólo se llevó un Oscar a toda su carrera, y fue honorífico en 1975. Por ello, para cualquiera a quien no sólo le guste el cine sino que lo amé, la mera mención de algunas de sus creaciones provoca una emoción tan perdurable como difícilmente discutible. Vayamos a ello y por mera cronología. 1932, 'Scarface'; 1938, 'La fiera de mi niña'; 1939, 'Sólo los ángeles tienen alas'; 1940, 'Luna nueva'; 1941, 'El sargento York'; 1944, 'Tener y no tener'; 1946, 'El sueño eterno'; 1948, 'Río Rojo'; 1952, 'Río de sangre;' 1953, 'Los caballeros las prefieren rubias'; 1959, 'Río Bravo'; 1962; '¡Hatari!', 1967. 'El Dorado'.

De un género a otro, de historias basadas en Hemingway a guiones escritos por Faulkner (los dos Premios Nobel), de actores y actrices como Bogart, Bacall, Cooper, Wayne, Grant, Hepburn, Monroe, Mitchun, toda la fábrica de sueños se cruza por estas páginas. Hawks fue un verso suelto en el Hollywood de los grandes estudios.

McCarthy se detiene de manera pormenorizada, minuciosa en cada epifanía hawksiana, sin olvidar nunca el primer mandamiento del crítico, pensar en el lector, conseguir que la distancia del tiempo y del personaje no sea nunca un laberinto erudito, sino una amenísima historia contada al atardecer en una reunión de amigos, con unas copas por delante.

El mismo genio que Hawks volcó en sus películas lo llevó a convertirse en un conversador infinito del que nunca sabías si era cierto o no esta o aquella historia. McCarthy lo advierte con elegancia y cierta ironía, pero los testimonios quedan ahí.

No hay página en esta exquisita y cuidadísima edición de Hatari! Books que no sea un descubrimiento, un aprendizaje, en fin, una gozada. Cine en estado puro, atmósfera de las bambalinas que se reservan detrás de la cámara sin fin, la intrahistoria de un tipo genial que fue un verso suelto por dos cuestiones esenciales. Una, porque por formación, educación y posición podía elegir qué hacer; dos, porque, además, era alguien ilustrado, con criterio; es decir, alguien condenadamente libre en un ambiente en el que la sobrevivencia y la apariencia primaban más que el talento. Sí, formidable.