'Un 68 católico', de varios autores: ¿se puede ser católico de izquierdas?

En 1974—podemos añadir—, a una pregunta de Max Gallo y de Régis Debray a Carrillo, éste señaló que «hoy posiblemente tengamos (en España) la Iglesia más revolucionaria de Europa desde el punto de visa político y social». No era sólo Carrillo. Podemos aducir testimonios de similar naturaleza de Dolores Ibárruri y, también, de socialistas de esa época, principalmente de Felipe González.

Hay que agradecer, por tanto, a los profesores Julio de la Cueva Merino y Joseba Louzao que hayan congregado a una serie de investigadores y docentes de Historia, tanto españoles como extranjeros, para abordar la hoy emergente cuestión de la relación y compatibilidad entre ser católico y ser de izquierdas, en el contexto de la relación entre catolicismo y modernidad. Una relación que ahora se está configurando de nuevo y de la que convendría no olvidar, de forma también crítica, el pasado para no caer en mitificaciones melancólicas.

Para hacernos una idea de la oportunidad y el interés de este libro diremos que está dividido en cuatro partes. La primera, dedicada al contexto internacional, con una aportación inicial del profesor Gerd-Rainer Horn, al que se considera máximo especialista mundial en la cuestión del catolicismo europeo progresista. A la que se añaden estudios sobre Italia, Argentina y la influencia de la teología de la liberación en Europa, América y España.

En la segunda parte, Julio de la Cueva desentraña las estrategias del acercamiento del Partido Comunista de España al mundo católico durante el segundo franquismo y Pedro C. González Cuevas estudia las reacciones del catolicismo conservador y tradicionalista, según se ha denominado en el libro. La aportación más discutible del volumen.

La tercera parte se construye sobre una clarificadora contribución de Rafael Díaz-Salazar sobre la cultura política de la izquierda en continuidad con sus trabajos anteriores, entre los que destaco «El factor católico en la política española». La cuestión de las mujeres católicas es abordada por Mónica Moreno; los seglares atraídos por la izquierda más radical, por Enrique Berzal; los curas obreros, por Juan Antonio Delgado y una semblanza de Juan N. García-Nieto por Francisco Martínez Hoyos. Por último, este volumen analiza la presencia del catolicismo de izquierdas en Cataluña, Galicia, Islas Canarias y País Vasco.

Es evidente de que la configuración de la compatibilidad entre catolicismo e izquierdas, fenómeno europeo en los sesenta y setenta, se hizo en España en el marco de un Estado no democrático y confesionalmente católico. Este hecho configuró esta relación a la hora de articular la dimensión política de la fe. Por ejemplo, en la lucha por la democracia, en la crítica al capitalismo y en la dignificación del proletariado a través de una teologización de la política o de una politización de la teología y de las formas de religiosidad. Una historia que hay que convendría no olvidar.