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ABC Cultural

MÚSICA

Bob Dylan, de nuevo en el laberinto

Desde 2012 no había compuesto. Ahora lanza dos canciones. Analizamos los 17 minutos de «Murder Must Foul», con su océano de referencias, que nos lleva al asesinato de JFK y al final del sueño americano

El Nobel de Literatura 2016, en uno de sus últimos conciertos

Álvaro Alonso

En 1972 el músico experimental Gavin Bryars hizo llorar a los alumnos que descansaban en la cafetería de su escuela en Leicester, al haber escuchado tras la puerta, que había olvidado cerrar, la voz de un vagabundo que recitaba unos versos sobre un acompañamiento ... mínimo de cuerda secuenciado hacia el infinito. El efecto emocional de aquel «Jesus Blood Never Failed Me Yet» , cantado por un hombre cuya identidad nunca se pudo averiguar, es sobrecogedor desde su simplicidad. Bryars, bajo el influjo de John Cage , realizó otro experimento similar, dedicado al hundimiento del Titanic. Y aunque Bob Dylan no ha declarado que pusiera en Bryars el oído para componer «Murder Must Foul» , la canción que acaba de surgir de su chistera como un fantasma en mitad de la noche, empasta con ellas a la primera.

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