Por qué hay que extraer el Mazarrón 2
Si entra un temporal fuerte de dirección de suroeste, el pecio fenicio del siglo VI a.C. se perdería
El Mazarrón 2 'navegará' tierra adentro en junio
Los motivos por los que hay que extraer el pecio se expusieron y se debatieron a nivel internacional en la reunión de expertos que se realizó el año 2022 para explicar la situación en la que nos encontramos. Para el interesado, suele ser un poco ... chocante que un pecio esté 2.600 años enterrado debajo del agua y de repente se diga que es urgente sacarlo de donde está. Para que esto se comprenda hay que explicar que el sitio donde se hundió el pecio, una antigua playa arenosa en época fenicia (sobre el 600 a.C.), propició las embarcaciones (el Mazarrón 1 y el 2) quedaran rápidamente enterradas por el temporal que las hundió. Éstas embarrancaron en la orilla por el mal tiempo y la misma acción del mar las enterró rápidamente. Casi en una hora estarían debajo de dos metros de arena. Sabemos esto por numerosísimos ejemplos antiguos y actuales y sobre todo porque en el caso del Mazarrón 2 no se recuperó absolutamente nada, ni el plomo, ni los enseres personales, estando en la orilla, en una zona que estaba habitada, donde había una factoría cercana. Lo lógico habría sido que recuperaran los materiales de valor y si no se hizo fue porque el barco quedó rápidamente enterrado.
Este contexto geomorfológico se mantuvo sin alteraciones hasta el siglo XX. A mediados del siglo XX comenzó a haber interacciones del hombre en el litoral, con el vertido de escorias de las actividades mineras y con la construcción en los años 70 de un puerto deportivo al sur de la playa de la isla. Esto generó una tormenta perfecta, en el sentido de que se modificaron las corrientes costeras submarinas y se produjo un fenómeno que se explica en las facultades de Geografía y es que la arena se va retirando y va cambiando de lugar, porque el hombre ha modificado la corriente submarina al intervenir en la costa. Esto llevó al descubrimiento de los pecios porque comenzaron a aflorar los materiales arqueológicos que estaban enterrados. En el año 1995 se excavó el barco 1 porque el mar lo estaba devorando. Así lo dicen los informes. Primero con idea de documentarlo y luego se tomó la decisión -yo creo que correcta- de extraerlo y hoy está conservado y expuesto en Arqva. En ese momento se descubrió el pecio II por lo mismo escenario, porque empezaron a aflorar maderas en el lecho marino.
Desde entonces se ha mantenido protegido artificialmente, mediante la llamada caja fuerte, una estructura metálica que ha cumplido perfectamente su cometido, pero el escenario de erosión submarina por la retirada de las arenas no se ha detenido. Sigue avanzando y ha generado un nuevo problema sobrevenido. Se está produciendo un proceso de licuefacción, el mismo que ocurre cuando nos detenemos en la orilla de la playa y las olas, al pasar y volver, nos entierran los pies porque la arena se licuefacta. Esto es lo que le estaba pasando a la caja. Es una estructura muy pesada que empezó a enterrarse sobre el pecio. Esto generó otra situación de alarma. Hubo que intervenir en la caja, modificarla, y puso un debate serio encima de la mesa. No podemos plantear la preservación in situ para siempre del pecio con este escenario tan complicado que tenemos.
Si se encontrara en la Costa Brava, en el año 1995 el pecio habría sido destruido. Afortunadamente estamos en una zona bastante protegida de los temporales. Aunque ha habido algunos fuertes, la afección ha sido aceptable y se ha podido corregir con sacos de arena, como fue tras el temporal Gloria. Sin embargo, los pequeños temporales venidos de la dirección de suroeste golpearon la caja con fuerza y tuvimos unos escenarios un poco dantescos.
No tenemos bola de cristal y no sabemos cuándo va a ser un temporal fuerte que llegue de esta dirección de suroeste, porque no tenemos un histórico tan dilatado de los periodos de retorno. A lo mejor estos temporales son cada 100 años o 150 años. No lo sabemos. Pero al haberse retirado toda la arena que antiguamente cubría el pecio, el Mazarrón 2 no cuenta con la protección natural por la que llegó hasta el siglo XX. Esos dos metros de arena eran una especie un cojín que amortiguaba la energía del oleaje. Ahora ese cojín no está y no podemos colocar esa arena protectora artificialmente porque el mar la arranca en 30 minutos, así que estamos en una situación delicada. En estos momentos si nos entra un temporal fuerte de esa dirección, el pecio se perdería.
Es cierto que no están entrando todos los días estos temporales, pero se añade un factor de riesgo y de duda porque en el mar hay temporales que no se pueden predecir. Contamos con la información del equipo del Cedex, que es el Centro de Estudios y Experimentación del Ministerio de Transición Ecológica y por lo tanto 100% ajeno a cuestiones y debates estrictamente arqueológicos, que nos señala que se están detectando variaciones en la presión barométrica con la que están llegando los temporales marítimos en los últimos años. Sin entrar en el debate de si es por el cambio climático o de si es o no un ciclo, la cuestión real es que están llegando con más energía, con más frecuencia y sobre todo con presiones barométricas más bajas que hacen que el mar se meta más a la costa, porque el mar se crece. En este escenario, el oleaje llegaría todavía con más energía a la ubicación donde está el pecio. Esto significa que, si se dan las circunstancias de tormenta perfecta, el pecio se perdería.
Nosotros siempre hemos explicado esto sin hacer un alarmismo porque si lo hubiera, habríamos pedido sacar el pecio al día siguiente de urgencia. Ese no es el escenario y es una suerte porque ha permitido hacer un proyecto sosegado y controlado. Todas las autoridades y técnicos tenemos claro, y también la Unesco está de acuerdo, de que el 'in situ' y 'para siempre' no se puede mantener con este escenario de inestabilidad en la zona de la playa de la isla donde está el Mazarrón 2.