«Un edificio, una vez terminado, debe ser una obra de arte, como si fuese una escultura». Palabra de Frank Gehry, el padre del Guggenheim de Bilbao, un gigante de la arquitectura. Además del hito del museo bilbaíno -le hizo llorar de emoción, según él mismo confesó en ABC-, que dio un giro a su carrera, también destacan sus proyectos en el Museo del Diseño en Vitra (su primera obra en Europa), la Casa Danzante de Praga, Walt Disney Concert Hall en Los Ángeles, la Fundación Louis Vuitton, el hotel Marqués de Riscal o la Fundación Luma en Arlés, entre otros.
Nacido en Toronto en 1929, ha fallecido a los 96 años por una enfermedad respiratoria. Distinguido con los premios más prestigiosos, tiene, entre otros, el Pritzker (1989), el Príncipe de Asturias de las Artes (2014) o la Medalla Presidencial de la Libertad (2016).
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