Manuel Borja-Villel: «No vi claro tocar el ‘Guernica’; no es miedo, es respeto»
El director del Reina Sofía apuesta por institucionalizar el préstamo de obras entre museos de toda España
Manuel Borja-Villel, en una de las salas del Reina Sofía
Aunque en su día anunció que se restauraría el ‘Guernica’ (no le iría mal que se retiraran los barnices oxidados), Manuel Borja-Villel va camino de los catorce años al frente del Reina Sofía y no parece que tenga intención de hacerlo.
— ¿Pesa mucho tocar un icono?
—Esa sí que es una obra de toda la humanidad. Hay una responsabilidad. Sí estuvimos mirándolo, pero no lo vi claro. Cuando sea cien por cien seguro...
— Vamos, que le ha podido el miedo.
—Miedo no, respeto.
El ‘Guernica’ ha vuelto estos días a la actualidad tras conocerse la intención de que salieran del Museo Arqueológico Nacional obras como ‘La Dama de Elche’ . El propio Iceta declaró que gustaría que el ‘Guernica’ «no solo se viera en el País Vasco. ¿Por qué no también en Cádiz o Segovia?»
— ¿Han hablado del ‘Guernica’?
—No. Pero el museo tiene autonomía. Siempre ha habido un respeto. Cuando se me ha pedido algo y se me ha preguntado, he dado argumentos.
— ¿Qué piensa del federalismo cultural que propugna Iceta?
—Yo vengo de Barcelona. Para mí es natural. Creo que habría que fomentarlo o coordinarlo más. Debería estar más institucionalizado a todos los niveles, ser más proactivos. Ganaría el país. Siempre se ha hecho una crítica: que no existe en España un equivalente al Museo d’Orsay, pero sí hay un museo del XIX y es el MNAC. Mantenemos colaboraciones mutuas con el MNAC, con el Macba, con el IVAM... con préstamos para exposiciones, depósitos. Nosotros tenemos una colección de informalismo muy grande. Perfectamente podríamos dejar obra, por ejemplo, al Museo de Bellas Artes de Málaga.
— Pero eso es una cosa y otra distinta mover ‘La Dama de Elche’ o el ‘Guernica’. Hay informes que lo desaconsejan. Si le llama Iceta y le dice que quiere que preste el ‘Guernica’, ¿qué le diría?
—Primero, dudo que me lo diga. Pero no sería una decisión mía. Hay informes. Yo ni siquiera lo muevo de sala. No creo que lo pidiera. En la primera reunión que mantuvimos, uno de los temas que le llevé, y fui yo, es que hay obras que podrían estar en otros lugares y supondría un cambio cualitativo.
— ¿Le habló de casos concretos?
—Sí, pero también le dije que para eso necesitaba recursos humanos.
— ¿Por ejemplo?
—Elena Asins, el informalismo... Pero siempre que se haga bien. La propiedad seguiría siendo nuestra. Suelen ser depósitos por tres o cinco años, que se pueden renovar o pedir que vuelvan si los necesitas. Lo estamos haciendo con el MNAC, con el IVAM...
— ¿Qué le parece la dimisión de Dolores Jiménez-Blanco?
—Es una de las personas más inteligentes. Es una pena que se haya ido.