Trujamanerías
Avestruces y tiktokers
Echo de menos a Lázaro Carreter, los más grandes se abrían al aire de la calle
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Iniciar sesiónA veces me acuerdo del ornitorrinco de Umberto Eco, símbolo de que todo puede leerse de distintas maneras. Por ejemplo, perderse en una librería es uno de los mayores placeres de la vida, pero quizá pierde encanto si uno se desorienta frente al amplio - ... para bien y para mal- mercado editorial de nuestro tiempo. Junto a la curiosidad, siempre sirve un capote de vez en cuanto, pero ¿cómo orientarse y de quién fiarse?
Amén del buen lector que todo lo puede, habría que señalar a los críticos literarios y los profesores, que para eso están y viven -vivimos- de leer y hablar y escribir sobre lo que leemos: es una perspectiva estupenda, de buenas a primeras. Sin embargo, no es así ni mucho menos: muy al contrario, a veces da la sensación de que nos empeñamos en vivir encerrados en la torre de marfil de la academia y, de este modo, parecemos avestruces escondiendo la cabeza bajo tierra. Pese a que desde arriba se anime a la transferencia de conocimientos (o como se llame ahora esta «tercera misión» de la universidad).
Y, claro, alguien tiene que ocupar -dan ganas de decir okupar- este espacio: así entran en juego los 'tiktokers', que cuentan con una gran contra (la condición totalmente amateur guiada por la simple opinión), pero lo compensan con un pro de los gordos (llegan a miles y hasta millones de personas), que les ha ganado un lugar propio en librerías y periódicos. Claro que hay casos y casos, pero, sin duda, la mejor lección es que en muchas de sus reseñas está viva la pasión pura y dura, que nunca se tiene que perder de vista.
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Por eso, echo de menos los tiempos de don Fernando Lázaro Carreter, en los que los más grandes se abrían al aire de la calle: por suerte, hay que agradecer que nos quedan, en esta misma casa, Luis Alberto de Cuenca y José María Pozuelo Yvancos, para ayudarnos a desbrozar los buenos de los malos libros, porque no hay tiempo para todo. Quizás convendría -y no hay que descartarlo- que ellos también se atrevan a saltar algún día a las redes sociales. Para lo demás, está Dua Lipa, nueva reina Midas literaria.
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