La SGAE tiene 145 millones de euros en derechos de autor sin identificar

El director de la investigación ha sido Ramón López Vilas , catedrático de Derecho Civil, ex magistrado del Tribunal Supremo, miembro de la Academia de Legislación y Jurisprudencia. El estudio de las cuentas y actas de SGAE, SDAE y Arteria no tiene una finalidad jurisdiccional, pero ha servido para diagnosticar bien la enfermedad por la que la entidad ha estado a punto de desaparecer, tras el mayor escándalo de su historia.

Y el protagonista de ese diagnóstico no es otro que Eduardo Bautista. Según López Vilas, « los órganos directivos de la SGAE han estado dominados por Teddy» quien ostentaba un poder que «le convertía casi en un monarca absoluto». Legitimado por la cuenta de resultados debido al incremento de la recaudación bajo su mandato, anuló los mecanismos de control, llegando a la paradoja de que él nombraba, como presidente del Consejo de Dirección, a los consejeros que debían controlar su gestión .

A su juicio, «la SGAE quedó abocada a la devaluación funcional de sus órganos (por no decir que estaban cautivos o secuestrados por el poder de Bautista )». Consecuencia lógica de esta dolencia fue que la entidad cayó en una especie de fallo multiorgánico, mientras ponía en pie un proyecto tan irreal como costoso llamado Arteria , una red «que no era de teatros, como le gustaba decir a Teddy Bautista, sino una red de centros de conocimiento e incubadoras de talento ». Teddy llega a justificar la dimensión de Arteria, cuyos millonarios avales proceden del dinero recaudado para los autores, hablando de la continuidad de su gestión «bajo tres presidentes de gobierno y cuatro ministerios...»

Pero lo más grave es cuando, leyendo el acta de 18 de febrero de 1998, los investigadores constatan «la frivolidad y ligereza con la que se contrató a José Neri , sin concursos ni competencias, para poner en marcha un proyecto tan ambicioso como era preparar a la entidad para el desafío digital» .

López Vilas cree que la entidad «debería volver a las raíces sin renunciar a actividades complementarias».

Preguntado por sus honorarios por este trabajo de investigación, López Vilas ha desvelado que rondan los 70.000 euros más IVA , una cifra que considera «muy por debajo» de su caché («otras minutas mías sí son serias y no ésta», ha dicho). A ello hay que añadir los emolumentos correspondientes a la consultora Ernst&Young, que no se han expuesto en esta larga comparecencia de López Vilas de casi tres horas .

Por otro lado, el catedrático ha recomendado ampliar aún más la base electoral en las próximas elecciones de la SGAE (según los nuevos estatutos que se votarán pasado mañana ya se ha multiplicado por tres) y «que se propicie la entrada de jóvenes autores en los órganos de gobierno».

« Bautista era el líder carismático, discutido e indiscutible con poder omnímodo y promovió estrategias visionarias con un crecimiento desproporcionado y sin apenas oposición », ha declarado. En cuanto a la vinculación con el Instituto Nóos , López Vilas ha indicado que la SGAE pagó 698.000 euros a dicha entidad entre 2005 y 2010, por un estudio sobre la imagen, a lo que añadió otra factura de 60.000 euros.

El análisis realizado pretende explicar por qué la SGAE se ha visto envuelta en estos acontecimientos, qué controles han fallado en su estructura de gobierno y qué debería corregirse para evitar incurrir en situaciones parecidas y, al mismo tiempo, posibilitar la reconstrucción de la imagen y la reputación de la entidad .