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ABC Cultural

Una explosión de optimismo naïf

Una explosión de optimismo naïf

La severidad del mundo cinematográfico no le va a perdonar tan fácilmente a Mike Leigh, un hombre que hace películas de las que afloran sentimientos amarguísimos y situaciones afligidas y tremendas («Vera Drake», «Secretos y mentiras», «All or nothing»...), que cambie drásticamente de punto de ... mira y nos regale una comedia optimista con un personaje tan eufórico, pintoresco y alegre que cuesta digerirlo al primer golpe de vista, entre otras cosas porque tiene el mismo encantador y seductor físico que la cacatúa de moño naranja de Borneo. Se llama Poppy y es una especie de Amelie parlanchina y chistosa, que da clases a los niños y que toma clases de conducción... Su evidente y único atractivo consiste en que está recubierta de una gruesa mano de ingenuidad y de un modo de ver la vida absolutamente en colores, lo cual conduce la película por una desbocada alegría con ligeras e inapreciables irisaciones de pesadumbre por ese personaje tan feliz sin motivo.

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