Así trató de salvar un crucero español a los náufragos del acorazado alemán Bismark

El crucero Canarias recibió la orden de salir urgentemente al recate de los supervivientes en una mar borrascosa

Así trató de salvar un crucero español a los náufragos del acorazado alemán Bismark abc

jose ignacio gonzález-aller

El 27 de mayo de 1941, a las 10:39, tras una caza encarnizada en la que la Marina Británica aventuró al máximo sus posibilidades, desaparecía en aguas del Atlántico Norte en las circunstancias de todos conocidas y con la bandera arbolada, el acorazado alemán ... Bismarck, una de las unidades navales más potentes y hermosas en su tipo construidas a lo largo de la Historia.

A esa misma hora, centenares de hombres que habían conseguido abandonar su barco cuando recibieron la orden para ello, forcejeaban contra las olas, esperando ser recogidos por las unidades británicas, únicas presentes en el escenario final del combate. Entre ellos estaba el Maschinen-Gefreiter (aspirante mecánico) Kurt Heinz Trenkmann que flanqueado de camaradas contemplaba desolado como su querido Bismarck daba la vuelta poco a poco, y poniendo la quilla al aire, descendía a las profundidades del Océano inclinado levemente hacia popa. Mientras tanto, Trenkmann y el puñado de hombres que le rodeaban, emocionados ante la escena, embadurnados de petróleo y debatiéndose en el agua, lo despedían brazo en alto cantando con voz agarrotada el “Deutschland Über Alles”, su himno nacional

Pocas horas antes, en la madrugada del 27 de mayo, cuando las estaciones radio del III Reich tuvieron conocimiento de la situación extrema en la que se hallaba el Bismarck a través de mensajes británicos y noticias de prensa de la agencia Reuters, las autoridades navales alemanes comenzaron a evaluar las medidas que se podían adoptar para lograr el rescate de los supervivientes del acorazado, una vez finalizada la acción.

Como resultado de las gestiones realizadas por el vicealmirante Otto Schniewind, jefe de estado mayor del Seekriegsleitung (Alto Mando de la Kriegsmarine, en Berlín), con la Armada española a través del capitán de navío Kurt Meyer-Döhner, agregado naval a la embajada de Alemania en Madrid, el almirante Salvador Moreno Fernández, ministro de Marina, envió a El Ferrol, previa autorización de Franco y conocimiento de la Royal Navy, el siguiente radiograma: [ Lee la historia completa en el blog Espejo de Navegantes ]

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