la larga guerra del siglo xx. segunda guerra mundial (XXII)

La necesidad de materias primas empujó a Tokio contra EEUU

Sus derrotas frente a los soviéticos en 1938 y en 1939 condicionaron la expansión japonesa hacia el Sur para hacerse con los recursos de las Indias Orientales

La necesidad de materias primas empujó a Tokio contra EEUU

JUAN VÁZQUEZ

Durante todo el periodo entre las dos guerras mundiales, la confluencia de las fronteras entre China, Rusia y Japón fue escenario de un tira y afloja más militar que político.

En los años previos a la Segunda Guerra Mundial en Europa, cuando ya los japoneses ... libraban un duro conflicto con el ejército chino , se dieron varios enfrentamientos armados entre Rusia y Japón, conocidos como «incidentes» en la terminología japonesa. En el fondo, lo que se disputaba en ellos era el dominio sobre una zona rica en recursos naturales y el control de la línea del ferrocarril del este de China.

Khasan y Khalkyn

En 1938 y 1939 se produjeron dos enfrentamientos entre Japón y la URSS en Siberia. Quizá influido por las experiencias de los com-bates de principios del siglo en los que sus tropas habían vencido con facilidad al Ejército del Zar, el Alto Mando japonés subestimó la capacidad de la Unión Soviética para movilizar tropas y suministros hacia Asia, pero pronto comprobó lo equivocado que estaba.

La Batalla del Lago Khasan («incidente de Changkufeng»), cerca de Vladivostok, se libró entre el 29 de julio y el 11 de agosto de 1938 y comenzó con un fuerte ataque japonés que logró ser inmediatamente rechazado por las fuerzas soviéticas.

Pero el incidente más importante se produciría en una zona limitada entre la orilla occidental del río Khalkyn y la ciudad de Nomonhan, entre el 11 de mayo y el 31 de agosto de 1939. En esta campaña se registraron decenas de miles de bajas entre ambos bandos y se emplearon centenares de carros de combate por parte de los soviéticos, al mando del general Zhúkov, y acabó con una clara derrota japonesa. La URSS había demostrado ante Tokio una gran capacidad para movilizar enormes medios militares y emplearlos agresivamente.

En esas circunstancias, Japón, un país pobre en recursos naturales y necesitado de ellos para sostener su industria y alimentar a su población, y que además se encontraba sumido en una costosa guerra, dependía vitalmente de tales materias primas (en especial de petróleo, pero también de hierro, carbón, bauxita, caucho, etc.) materias de las que su principal proveedor venía siendo Estados Unidos.

Pero desde que comenzara su guerra con China, Tokio se vio cada vez más enfrentado en el campo diplomático con Washington, que tenía sus propios intereses y planes para con el gigante asiático. Para empeorar las cosas, la firma en 1940 del Pacto Tripartito de los japoneses con alemanes e italianos, tensó aún más las relaciones con Estados Unidos, claramente favorables a los aliados y dispuestos a defender, de una u otra forma, los intereses de estos en Oriente.

Sanciones

Como consecuencia de esta situación, Washington exigió la retirada japonesa del territorio chino y, ante la negativa nipona a replegarse, comenzó una escalada de sanciones económicas . Japón, limitada su expansión hacia el Norte a través de Siberia, tras los duros reveses sufridos a manos del Ejército Rojo, se vio forzado a reenfocar sus ansias expansionistas dirigidas ya no sólo hacia el oeste (China), sino también hacia el sur, donde se encontraba el petróleo, el caucho y la bauxita de las Indias Orientales.

El embargo total de petróleo, decretado por Roosevelt en una nueva vuelta de tuerca, dejó al gobierno de Tokio ante tres opciones: ceder a las exigencias norteamericanas y retirarse de China, aguantar el embargo paralizando su economía y renunciando además a su seguridad nacional, o bien iniciar una guerra contra los Estados Unidos y sus aliados con posesiones en el sudoeste del Pacífico, en donde, por otra parte, podría hacer valer su poderosa flota. A finales de 1941, resultaba evidente que la única salida para un gobierno nacionalista y militarista como el que en aquel momento dirigía Japón, sería la guerra. Una guerra que resultaba inminente y que se dirigiría hacia el sur, en donde abundaban las materias estratégicas que tanto necesitaban el país y su ejército.

La necesidad de materias primas empujó a Tokio contra EEUU

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