José Luis Acosta: «La nueva Ley de Propiedad Intelectual es bipolar y extraña»

-¿Cómo han sido estos siete meses al frente de la SGAE?

-Creo que se está gobernando de una manera distinta, que era lo que reclamaba tanto la Junta Directiva como los socios.

-¿Dónde radican las diferencias?

-Primero en consensuar más. Creo que si me han elegido es por la posibilidad de alejarnos de una presidencia personalista, como las que hemos tenido hasta ahora; y hacer una presidencia más de consenso, aunque es una labor más difícil pues los resultados son más complicados, más duros en la negociación... pero también más duraderos y sólidos.

-Para sustituir a Reixa se buscaba alguien que tuviera un perfil bajo. El suyo es tan bajo que la gente no sabe cómo se llama el presidente de la SGAE...

«No me parece mal que la calle no conozca mi nombre, no soy un ministro»-Es bueno que se hable menos de la entidad, y que se hable de lo que mejor se hace. No queremos generar noticias negativas ni a la defensiva. Si esto está sucediendo es que estamos en el buen camino. Por otro lado, tampoco el presidente de la entidad debe tener una exposición mediática enorme, solo cuando sea preciso, como ahora con motivo del anteproyecto de la Ley de Propiedad Intelectual, en que es bueno que recuerde lo que se puede hacer mejor, lo que creemos que no está bien... Hay que ser inteligente en las estrategias de comunicación. No me parece mal que la gente de la calle no conozca mi nombre, no soy un ministro.

-Un aspecto del anteproyecto que ha generado roces de la SGAE con otras entidades de gestión ha sido la casi concesión de la gestión de la ventanilla única.

-Aquello no era un premio pues la SGAE es la entidad de gestión más fuerte no solo en España sino en el ámbito del castellano en el mundo. No se puede hacer una ley que destroce la gestión colectiva de un país.

-¿Qué le parece que el Gobierno controle las tarifas de la entidad?

-Si el Gobierno me dice que quiere liberalizar el mercado y para ello me dice que tengo que ser un 30% más caro, eso es una ley absolutamente bipolar y extraña, que además ha creado perplejidad en el resto Europa. Con eso me está diciendo que voy a ser menos competitivo respecto al resto de entidades de gestión en un momento en el que podría ser enormemente competitivo a nivel internacional. No nos olvidemos que el castellano es una fuerza emergente a nivel de consumo de contenidos. En EE.UU. más del 40% del consumidores van a ser de origen latino en menos de cinco años. A partir de mañana, cualquier autor con cierto nombre, si se aprueba finalmente así la ley, se puede ir a Francia porque le va a resultar un 30% más caro su repertorio y la gestión de su repertorio en España. Es una cuestión de estrategia económica y de política de Estado.

-El verano pasado vaticinaba que el Gobierno bajaría el IVA cultural este otoño, y no ha sucedido así...

«El IVA cultural bajará por razones electoralistas»-El IVA cultural bajará por razones electoralistas, y ya se verá en su momento. Ha sido una torpeza recaudatoria enorme que ha generado paro y el cierre de empresas, cuando lo podía haber hecho al revés. No se entiende esta medida.

-¿Está preparado para el juicio que deberá afrontar la entidad en un futuro por la Operación Saga?

-Nadie está preparado para eso, como nadie está preparado para ser presidente de la SGAE. Lo que no se puede olvidar es que los socios de esta entidad están por encima de este Palacio, de las siglas... Debemos velar por unos ciudadanos que se ganan la vida con algo tan noble como la creación. Y si un país no defiende eso tiene un gravísimo problema. Sin propiedad intelectual no habrá industria cultural.