La desconexión del Lucena

El conjunto de Pato sumó ayer su cuarta victoria consecutiva, su quinto partido sin conocer la derrota, en la que es la mejor racha del conjunto presidido por Juan Bermejo en su andadura por la Segunda B.

La primera mitad del choque tuvo poco que destacar. Los visitantes se mostraron más pendientes de perder tiempo y que el reloj corriera que de hilvanar una jugada de peligro sobre la meta de Juanma. Su mejor acercamiento en todo el choque fue un cabezazo de Javi Gómez al larguero.

Lo más destacable del Lucena en ataque fueron algunas apariciones de Coco, muy activo sobre todo en la primera mitad. Acciones que, sin embargo, no acarreaban mucho peligro para la defensa arroyana, muy sólida durante todo el encuentro.

El Arroyo lo intentaba desde fuera, tampoco con demasiado peligro. Ruano fue haciendo mella en su par, Germán, que acabó con amarilla y agonizando tras las cabalgadas del extremo arroyano.

La segunda mitad comenzó con ese halo de intensidad extra infringido a los arroyanos en el descanso. Pronto llegarían las ocasiones, de nuevo desde fuera del área, José Ramón repelió bien éstas. Un José Ramón algo lento con el balón en los pies todo el choque, empeñado en perder tiempo. Fruto de una de esas pausas interminables con el balón en sus pies llegaría el primer gol de Juanfran que, tras ejercer la presión, robó el balón para posteriormente anotar a puerta vacía el primero de la tarde.

El segundo gol llegaría en una nueva incursión de Ruano. El extremeño pondría un centro medido al área pequeña, que tras no acertar a despejar la defensa acabaría de nuevo en las botas de Juanfran que pondría el segundo en el marcador escasos minutos después de anotar el primero de su cuenta. Bayón sería el encargado de cerrar la victoria tras rematar con la cabeza un nuevo centro de Ruano, quizás, el mejor jugador de los arroyanos en la primaveral mañana que lucía en el Municipal.

Después llegó el bochorno. Poco a poco iban siendo amonestados jugadores del Arroyo, todos apercibidos de sanción. Hasta seis jugadores apercibidos vieron una cartulina que les impedirá viajar a Lorca para enfrentarse al líder. Aquí el peor parado fue Espinar, que estaba apercibido, y que vio roja directa, por lo que se pierde el siguiente partido y aún no cumple ciclo.

El Lucena, sin embargo, no aprovecho los tropiezos de rivales como Guadalajara y el Cartagena en su duelo directo o el Linense frente al Cádiz para recortar la distancia con las cuatro primeras posiciones de la clasificación, que ya se dan por perdidas. Lo peor es que la derrota también le impide acercarse a la sexta plaza que da derecho a disputar la Copa del Rey. Una de las mejores vías de ingresos extras que ahora mismo tienen los equipos de Segunda B.