La Misericordia conservará una copia digital de sus titulares
Una empresa escanea las imágenes y las reconstruye en tres dimensiones con gran precisión para tener una referencia exacta de su naturaleza
LUIS MIRANDA
Para explicar la idea hay que recurrir a una posibilidad que nadie quiere imaginar, y que se suele describir mediante eufemismos. Y sin olvidar un «que Dios no lo quiera». ¿Qué ocurre si a las imágenes de una cofradía les «pasa» algo, un suceso irreparable, ... en todo o en parte? No es frecuente, pero tampoco extraño, y ejemplos sobran en la historia. La hermandad de la Misericordia ya cuenta con una copia digital de sus imágenes, que en un futuro que nadie quiere contemplar serviría para reparar cualquier desperfecto o problema que surgiese.
La empresa cordobesa Global Scan 3D ha realizado este escaneo, pionero en las imágenes de Córdoba, y ha hecho una «copia de seguridad» del Santísimo Cristo de la Misericordia y de Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo, con una exactitud prácticamente absoluta. Desde los grandes rasgos hasta cualquier pequeña señal de la madera si la hay.
Malla tridimensional
Al hablar de escaneo, la mente se va al papel que se introduce en una plancha y la luz graba lo que está en él. Pero las imágenes son tridimensionales y el proceso es un tanto distinto. Jesús Rodero, gerente de la empresa Global Scan 3D, relata que «se trata de convertir imágenes en unos y ceros, es decir, en un archivo digital».
Hay dos posibilidades. El láser es el menos utilizado, porque, aunque para causar daños precisaría de una exposición muy prolongada, entraña una radiación. En su lugar, la hermandad de la Misericordia ha optado por una serie de cámaras volumétricas que emiten luz y recogen lo que tiene delante. Se trata, como explica Jesús Rodero, de escáneres que pueden recoger y reproducir magnitudes muy pequeñas, por debajo de los milímetros e incluso las micras.
La hermandad de la Misericordia realizó la semana pasada este trabajo, que se conoce como toma de datos. Luego viene el procesado, que introduce en el ordenador las imágenes captadas. Primero se limpian de cualquier objeto que no sea el que se tiene que conservar y más tarde el «software» transforma lo que se ha capturado en imágenes tridimensionales a tamaño real, que se relacionan entre sí en el espacio de forma que reproducen la imagen con exactitud. Jesús Rodero llama «malla tridimensional» al conjunto de puntos, que pueden tener el mismo color que la imagen.
La empresa entrega después a la cofradía los archivos, y también podrá conservar una copia, en un formato que hará posible su lectura tanto hoy como en el futuro, cuando la informática siga avanzando, de forma que no quede obsoleto en ningún momento. «Son archivos de texto que se pueden abrir con un bloc de notas, donde aparecen puntos con letras, y que después el «software» lo transforma en la malla tridimensional», explica.
¿Qué hacer después con este material, el día que tenga que servir? Jesús Rodero aclara que no tiene por qué ser después de problemas, sino también para hacer reproducciones a menor escala. Para llevar a la imagen del archivo digital existen varios procedimientos, uno de los cuales es la que se conoce como CNC, la Máquina de Control Numérico, que transforma las imágenes tridimensionales y a través de un sistema parecido al de una fresadora lo lleva hasta la madera o el material que se quiera trabajar. Así, una rotura o pérdida de un fragmento se podría reemplazar con total naturalidad y con la certeza que será igual que lo que se ha perdido, en un sistema que se puede aplicar a todo el patrimonio, y no sólo a las imágenes titulares.
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