Rusia alcanza la órbita de la Luna: comienza la recta final por conquistar el polo sur de nuestro satélite

El lanzamiento de la misión Luna-25 es la continuación del programa lunar ruso de los años 70 (entonces Unión Soviética). Concretamente, el último vuelo lunar, en el que se recogieron muestras, se lanzó en 1976, una época en la que la URSS estaba en primera línea de la conquista del espacio.

El cohete Soyuz que impulsó esta sonda de casi 800 kilos despegó desde la base espacial de Vostochni, en el extremo oriente ruso, el 11 de agosto. Ha tardado cinco días en llegar a la órbita. Su inserción fue efectuada con la ayuda del motor de la sonda, que fue activado dos veces a partir de las 11.57 (hora de Moscú), la primera vez durante 243 segundos, y la segunda, durante 76 segundos, detalló Roscosmos en un comunicado.

Está previsto que la nave se pose en la Luna entre el lunes 21 y el miércoles 23 de agosto, si bien no será la única que por esas fechas llevará a cabo un intento que, de conseguirse, será histórico: la sonda india Chandrayaan-3 probará la misma maniobra en el mismo lugar, si bien su tecnología es más limitada y ha tardado mucho más en llegar a la órbita, donde ingresó el pasado 7 de agosto.

La sonda Luna-25 orbitará a unos 100 kilómetros de la superficie, antes de su alunizaje previsto el lunes en el cráter de Boguslawsky, en el polo sur. Un lugar en el que se cree que hay agua en forma de hielo y del que Roscosmos espera recoger muestras (durante el año de duración previsto para esta misión) para que sean analizadas aquí, en los laboratorios terrestres. El polo sur lunar también es la nueva meta codiciada por las principales agencias espaciales, ya que allí, gracias a sus recursos hídricos, se espera desplegar las nuevas misiones humanas y las primeras bases lunares permanentes.

Esta misión busca darle un nuevo impulso al sector espacial ruso, que tiene dificultades para innovar, sufre la falta de financiación, ha sido lastrado por escándalos de corrupción y, además, está aislado por el conflicto en Ucrania. El presidente ruso, Vladimir Putin, prometió continuar con el programa espacial, pese a las sanciones, citando como ejemplo el momento en el que la URSS envió el primer hombre al espacio en 1961, en medio de las tensiones con Occidente.