La rata topo desnuda tiene el secreto de la longevidad

Fue descrita por vez primera por el naturalista Eduard Rüppell en 1842 y durante mucho tiempo su descripción taxonómica fue refutada, ya que se la consideraba un recién nacido de una especie mucho más grande de mamífero que había perdido su pelaje a consecuencia de alguna enfermedad.

Es un animal que no deja de cautivar a la comunidad científica por sus elevadas singularidades, algunas de las cuales parecen desafiar las leyes de la biología.

Mientras un ratón tiene una esperanza media de vida de unos tres años, estas ratas pueden llegar a vivir más de treinta, la razón es que se mantiene 'eternamente joven' debido a su lento metabolismo.

La rata topo desnuda es un animal heterotérmico, es decir, es capaz de termorregular su temperatura interna según las necesidades. La ausencia de pelo y de una capa de grasa aislante bajo la piel le obligan a regular la temperatura corporal en función de las fuentes de calor que encuentra. De esta forma cuando está demasiado caliente se desplaza hacia un lugar más fresco, mientras que si su cuerpo esta frío busca un sitio caliente o el calor corporal de otros individuos.

Se ha observado que es capaz de resistir mucho tiempo sin oxígeno –hasta dieciocho minutos-, un 'superpoder' que se debe a que su cerebro consume fructosa, como fuente de energía, en lugar de glucosa. Investigar este proceso metabólico nos podría abrir una ventana a la esperanza para algunas enfermedades como el accidente cerebrovascular, en la cual el flujo de sangre a nuestro cerebro se encuentra interrumpido.

Este mamífero es originario del cuerno de África y habita en madrigueras, y es el único mamífero eusocial conocido, junto con la rata topo de Damara. Esto significa que los ejemplares viven en colonias en las que se organizan de forma similar a como lo hacen las hormigas o las abejas.

En estas colonias hay una reina reproductiva, la única hembra fértil, puesto que el resto de los miembros de la colonia tienen su sistema reproductor anulado, dividiéndose el trabajo y el cuidado de las crías.

En el caso de que la hembra alfa fallezca, será otra hembra la que asuma su rol para dar continuidad a la colonia. Generalmente la camada de una reina consta entre 3 y 12 crías, si bien puede llegar a albergar hasta veintisiete fetos. Se calcula que en una colonia estándar hay entre uno y tres machos que se aparean con la reina, mientras que el resto de individuos –entre 20 y 300- se dedican al resto de las funciones colectivas.

Uno de los últimos hallazgos que más ha sorprendido a la comunidad científica ha sido su sistema de comunicación. Se ha descubierto que es capaz de hablar diferentes dialectos según la colonia en la que viva, cada uno de los cuales sería un vínculo de cohesión, proporcionando un valor añadido al sentido de pertenencia.

Otra de sus singularidades es que este mamífero no desarrolla tumores, ni de forma natural ni cuando se le 'fuerza' desde el laboratorio. La clave de esta pieza biológica podría estar en la acumulación de ácido hialurónico, lo cual, a su vez, estaría relacionado con el gen p16, supresor de tumores e implicado en el control del ciclo celular.

Para finalizar, diferentes experimentos realizados en la Universidad de Illinois apuntan a que tiene una percepción anómala del dolor, debida a una deficiencia en la sustancia P, que hace que las ratas topo desnudas sean insensibles al dolor. Lo dicho, este mamífero es verdaderamente excepcional y tenemos mucho que aprender de él para utilizarlo en beneficio propio.

SOBRE EL AUTOR

Pedro Gargantilla

Médico internista del Hospital de El Escorial (Madrid) y autor de varios libros de divulgación.