Neandertales contra leones: así abatieron una fiera de 300 kilos con lanzas de madera

Las heridas punzantes en la caja torácica de un felino cavernario hallado en la actual Alemania sugieren que el ejemplar fue capturado por estos homínidos hace 48.000 años, la evidencia directa de caza de leones más antigua

Probablemente utilizaban las pieles de estos carnívoros en rituales

Los neandertales cazaban con lanza, a corta distancia y en grupo

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Los restos del león cavernario de Siegsdorf se exponen junto a una reproducción de una lanza de madera similar a las utilizadas por los neandertales Volker Minkus. NLD

Hace unos 48.000 años, en lo que hoy es Siegsdorf, Alemania, un grupo de neandertales logró imponerse a un león cavernario y herirlo de muerte con una lanza de madera. Después, lo desollaron, lo descuartizaron y lo aprovecharon hasta el tuétano.

El león ... de Siesgsdorg no solo cuenta una historia de auténtica valentía -no debía de ser nada fácil enfrentarse a una fiera de unos 300 kilos con armas tan rudimentarias- sino que es «la evidencia directa más antigua de caza y matanza de grandes felinos llevada a cabo por humanos», afirma a este periódico Gabriele Russo, de la Universidad de Tubinga y autor de un estudio que publica este jueves la revista 'Scientific Reports'.

Las muestras de arte rupestre, como los leones pintados en las cuevas del sur de Francia o de Lequeitio (Vizcaya) o la figurilla de marfil del hombre león de Stadel (Alemania), y el uso de partes del cuerpo del animal, como los dientes, como adornos o herramientas, muestran que nuestra especie, Homo sapiens, ha mantenido desde sus orígenes una relación especial con estos grandes carnívoros. «Sin embargo, todo esto comenzó hace solo unos 40.000 años. Antes de este tiempo, carecemos de evidencias de que los sapiens interactuasen con los leones», dice el investigador. Y tampoco estaba claro que los neandertales los hostigaran.

Herido en la tercera costilla

El equipo de Russo analizó un esqueleto de un macho casi completo de Siegsdorf, excavado originalmente en 1985. El ejemplar, de tamaño mediano, podía equipararse a un macho moderno de gran tamaño. Mostraba marcas de corte en huesos, incluidas dos costillas, algunas vértebras y el fémur izquierdo. Hasta ahora, se creía que los neandertales masacraron al gran felino después de su muerte en un acto de oportunismo.

Sin embargo, los investigadores describen una herida punzante parcial en el interior de la tercera costilla del león, que parece coincidir con la marca del impacto de una lanza con punta de madera. La punción está en ángulo, lo que sugiere que la lanza entró por el lado izquierdo del abdomen del león y penetró órganos vitales antes de impactar la tercera costilla del lado derecho.

Las características de la herida punzante se parecen a las encontradas en las vértebras de los ciervos, que se sabe que fueron hechas con lanzas de neandertal. «Una hipótesis es que el león fue cazado, perseguido y lanceado antes de desplomarse exhausto en el suelo. La puñalada final y fatal de una lanza de madera habría sido el 'golpe de gracia'», dice Russo. En ese caso, lo más probable es que fuera una cacería en grupo, aunque es imposible precisar el número exacto de participantes.

Caza con emboscada

La segunda hipótesis «implica una estrategia de caza con emboscada. El cazador o los cazadores probablemente se acercaron al animal mientras dormía, y una puñalada fatal lo habría matado inmediatamente», añade el investigador. Independientemente de cómo el león encontró su fin, posteriormente fue masacrado con cuidado para extraer los órganos internos y la carne sin romper los huesos, con la intención de obtener la médula (lo cual es inusual).

Los neandertales masacrando al león cavernario de Siegsdorf Julio Lacerda. NLD

Los autores sugieren que el espécimen de Siegsdorf representa la evidencia más antigua de que los neandertales cazaban deliberadamente leones de las cavernas. Aunque en el yacimiento de la Gran Dolina, en la sierra de Atapuerca (Burgos), se encontraron evidencias indirectas de la caza de un león por nuestros ancestros hace 350.000 años, «la capacidad de cazar un gran depredador de esta manera no había sido documentada en el registro arqueológico antes de este estudio», dice el investigador.

Cazar un león es "intrínsecamente peligroso y la recompensa es relativamente pequeña en comparación con cazar un gran herbívoro. Persiguieron al león con un propósito que pudo haber sido cultural o simplemente por conveniencia. En cualquier caso, esto proporciona una prueba más de la flexibilidad ecológica y la destreza cazadora de los neandertales" , señala.

Garras preservadas

Los autores también analizaron los huesos de las extremidades inferiores de tres especímenes de leones de las cavernas de Einhornhöhle, Alemania, que fueron excavados en 2019 y datan de hace aproximadamente 55.000 a 45.000 años. Estos huesos también muestran marcas de corte consistentes con las generadas cuando se despelleja a un animal. La presencia de huesos modificados por humanos implica que fueron dejados dentro de la piel del león, que luego fue abandonada en el sitio. La ubicación de estas marcas de corte sugiere que se retiró la piel con cuidado para garantizar que las garras permanecieran preservadas dentro del pelaje.

 

«Los neandertales eran expertos en trabajar con pieles y, si pretendían crear una prenda, probablemente habrían eliminado elementos afilados como las garras para el uso diario. Pero no lo hicieron, por lo que personalmente creo que es plausible que la piel se usara ocasionalmente, tal vez para exhibición, tradiciones culturales u ocasiones especiales (rituales), o incluso con fines educativos», apunta Russo.

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