Una buena relación padre e hija tiene ventajas y alarga la vida
Las hembras de babuino que han mantenido un vínculo más fuerte con su progenitor viven hasta cuatro años más
Los chimpancés no tienen 'mommy issues': crecen sin grandes traumas causados por madres tóxicas

La antropóloga y primatóloga estadounidense Sarah Blaffer Hrdy se asombraba de que, en el siglo XXI, cada vez más hombres se ocupen de sus hijos desde el nacimiento, un comportamiento influido por los cambios sociales pero que, según la investigadora, también tiene fuertes raíces ... biológicas. Sin embargo, en la mayoría de los simios, con los que compartimos el 98% de nuestros genes, los machos no se preocupan mucho por sus crías. Es más, el infanticidio se ha registrado en más de 50 especies de primates.
Sin embargo, hay unos babuinos que sí ejercen de padrazos. Y unos investigadores de la Universidad de Notre Dame (Indiana, EE.UU.) han visto que esos cuidados que proporcionan benefician especialmente a las crías hembras, hasta el punto de que viven más años que las que no los han recibido.
El estudio, publicado en 'Actas de la Royal Society B', evaluó el impacto que los padres babuinos pueden tener al elegir convivir o interactuar con sus hijas, a pesar de que las madres babuinas les brindan todos los cuidados esenciales.
«Los babuinos machos tienden a alcanzar su máximo éxito reproductivo en la edad adulta joven», afirma Elizabeth Archie, profesora de ciencias biológicas en Notre Dame y autora correspondiente del estudio. «Pero una vez que han tenido algunas crías y su condición empeora, se adaptan a su rol de padre, donde no se dispersan tanto ni se esfuerzan tanto por aparearse. Entonces tienen tiempo para dedicarse a sus crías y pasar tiempo con ellas», dice.
Café y charla
Este trabajo forma parte del Proyecto de Investigación del Babuino de Amboseli, en África Oriental, iniciado en 1971 y uno de los estudios sobre primates más antiguos del mundo. Al observar a 216 hembras de babuino y sus padres en el ecosistema de Amboseli, los investigadores descubrieron que aproximadamente un tercio de las hijas vivieron en el mismo grupo social que sus padres durante tres años o más. Los dos tercios restantes tenían padres que abandonaron el grupo o fallecieron durante los primeros tres años de vida de sus hijas.
Los investigadores también evaluaron los hábitos de acicalamiento de las hembras jóvenes con sus padres y otros machos adultos, lo que demuestra la potencial fortaleza de las relaciones padre-hija y de otros tipos. Archie comentó que el acicalamiento, que se utiliza para la higiene y el vínculo social, podría considerarse el equivalente humano de sentarse, tomar un café y charlar.
El estudio mostró que las hijas que tenían una relación fuerte con sus padres, que convivían con ellos durante tres años o más, o ambos, vivían entre dos y cuatro años más que las que mantenían lazos débiles o inexistentes.
Adversidad en la niñez
«La adversidad en la primera infancia tiene un efecto poderoso en la longevidad, por lo que este estudio sugiere que tener un padre permite a las hembras que han experimentado otras formas de adversidad recuperar parte de esos costes», indica Archie. «En muchos mamíferos, los padres tienen fama de no contribuir mucho al cuidado, pero ahora sabemos que incluso estas contribuciones aparentemente menores de los machos tienen consecuencias muy importantes, al menos en los babuinos».
Además, las parejas padre-hija que vivieron juntas durante más tiempo mantuvieron relaciones de acicalamiento más sólidas. Por otro lado, las relaciones sólidas entre hembras jóvenes y otros machos adultos no predijeron la supervivencia adulta. Esto podría deberse a que los babuinos machos a veces intervienen en defensa de sus crías en conflictos, protegiendo a sus hijas, e incluso a las madres, de otros miembros del grupo.
Además, los machos parecen ampliar la red social de una hija, ya que pueden ser miembros populares de su grupo. Muchos babuinos se acercan e interactúan con el macho. Por lo tanto, según Archie, una cría que pasa tiempo cerca de un macho tiene interacciones sociales más diversas que si solo pasa tiempo con su madre. Y los padres pueden crear una especie de zona de seguridad para sus hijas.
MÁS INFORMACIÓN
Aunque los padres mamíferos pueden no brindar mucho, o nada, a sus crías, Archie cree que este estudio puede arrojar luz sobre las raíces evolutivas del cuidado parental humano.
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