Descubren que en la cara oculta de la Luna hay mucha menos agua que en la mitad visible
El hallazgo, realizado por científicos chinos sobre muestras lunares traídas a la Tierra por la misión Chang'e-6, tiene importantes implicaciones para la futura exploración lunar
Nueva explicación al misterio de la cara oculta de la Luna
Un equipo de científicos chinos acaba de descubrir que, en su cara oculta, el manto de la Luna contiene mucha menos agua de la que hay en la cara visible. El descubrimiento, basado en el análisis de basaltos recolectados por la misión Chang'e- ... 6 y publicado esta misma semana en 'Nature', pone en entredicho algunas de las teorías más aceptadas sobre la formación y evolución termoquímica de nuestro satélite natural.
Bajo la dirección de Hu Sen, del Instituto de Geología y Geofísica de la Academia China de Ciencias, los investigadores han determinado que los basaltos de la cara oculta analizados contienen entre 1 y 1.5 microgramos de agua por gramo. Una cifra notablemente baja y que contrasta con las concentraciones medidas por estudios previos en la cara visible, que varían entre 1 y 200 microgramos de agua por gramo.
Distribución del agua
Durante las últimas dos décadas, el estudio de muestras lunares de la cara visible ha revelado una distribución sorprendentemente heterogénea del agua que alberga el interior de la Luna. Variabilidad que ha llevado a los científicos a abandonar la antigua noción de una Luna 'completamente seca' y sustituirla por la idea de un satélite relativamente 'húmedo'. Aahora, la nueva investigación acaba de añadir a la cuestión un nuevo nivel de complejidad.
Uno de los factores que más influyen en esta heterogeneidad es la concentración de torio en la corteza lunar. La región, en la cara visible, conocida como Procellarum KREEP Terrane, donde KREEP es un acrónimo de K (potasio), REE (Elementos Raros en la Tierra) y P (fósforo), presenta una concentración de Torio sensiblemente más alta que las Tierras Altas Feldespáticas y la Cuenca Aitken del Polo Sur, en la cara oculta.
Se sabe que, durante los procesos magmáticos, el agua y el Torio son elementos incompatibles, lo que significa que tienden a permanecer en el magma en lugar de incorporarse a los minerales cristalizados. Por lo tanto, una menor concentración de Torio en la cara oculta, que es lo que han encontrado los autores del estudio, sugiere una menor abundancia de agua en su manto.
Chang'e-6: un viaje a la cara oculta para desvelar secretos ancestrales
Para confirmar la hipótesis, el equipo de investigación centró su análisis en medir el contenido de agua y de isótopos de hidrógeno en las inclusiones de magma de las primeras muestras obtenidas por la misión china en la cuenca Aitken, en la cara oculta de la Luna. Esas inclusiones son pequeñas 'burbujas' de magma atrapadas dentro de los cristales minerales, y tienen la virtud de conservar la composición del magma en el momento en que se formaron.
Los resultados del análisis revelaron que el magma 'padre' de estos basaltos contenía entre 15 y 168 microgramos de agua por gramo de material de agua. Sin embargo, al extrapolar estos datos para estimar el contenido de agua en la fuente del manto, el equipo llegó a la conclusión de que este era de solo 1-1.5 microgramos por gramo, significativamente menor que el de la cara visible.
¿Un reflejo de la historia lunar?
Esta disparidad sugiere una posible 'dicotomía hemisférica' en la distribución interna del agua en la Luna, un fenómeno que se alinea con muchas de las asimetrías ya observadas en la superficie del satélite. Por ejemplo, la cara visible está dominada por grandes mares oscuros, mientras que la cara oculta es montañosa y está cubierta de cráteres.
Esta diferencia podría estar relacionada con la teoría del gran impacto, la hipótesis más aceptada sobre la formación de la Luna y según la cual nuestro satélite se formó a partir de los restos de una colisión entre la Tierra y un cuerpo celeste del tamaño de Marte, conocido como Theia. La asimetría en la distribución del agua podría ser un vestigio de aquel impacto cataclísmico, con la cara visible reteniendo más agua debido a la mayor proximidad a la Tierra y a las fuerzas gravitacionales que actuaron durante el proceso de formación.
Además de aportar valiosa información en apoyo de la teoría del gran impacto, la nueva estimación del contenido de agua en la cara oculta de la Luna representa un avance significativo a la hora de entender cómo se distribuye allí el agua, un recurso que será vital para las futuras misiones humanas. La presencia de agua en la Luna, aunque en cantidades relativamente bajas, será un auténtico tesoro para las futuras misiones tripuladas. El agua, de hecho, no solo sirve para beber o lavarse, sino que puede utilizarse para producir oxígeno respirable y combustible para cohetes.
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