Colossal Biosciences, la empresa que quiere 'resucitar' animales extintos para salvar la Tierra

Sus principales proyectos son devolver a la vida a tres especies icónicas: el mamut lanudo, el tigre de tasmania y el dodo

Tribuna: 'Resucitar' al mamut: un paso más cerca, pero de otras cosas

Un tigre de Tasmania, un mamut y un dodo, todos animales extintos Archivo

No corren buenos tiempos para la naturaleza. El imparable crecimiento de las sociedades humanas tiene, de hecho, terribles consecuencias tanto para el clima del planeta como para un número creciente de especies que, en un tiempo récord en términos geológicos, se están viendo abocadas ... a una inevitable extinción. Las últimas proyecciones de los científicos no son halagëñas: de aquí a 2050, la mitad de todas las especies vivas de la Tierra habrá desaparecido para siempre. Solo este año, más de 33.000 especies (150 cada día) se extinguirán a causa de la actividad humana. En total, Naciones Unidas cifra en un millón las especies en serio peligro de extinción.

Ante esta situación, en septiembre de 2021 el genetista de la Universidad de Harvard George Church, uno de los miembros del equipo que en 2003 anunció la primera secuenciación del genoma humano, se unió con el empresario Ben Lamm para fundar Colossal Biosciences, una empresa cuyo principal objetivo es 'desextinguir' especies desaparecidas por culpa del hombre. Ya en 2013, en una entrevista con ABC, Church dijo que sería incluso posible resucitar a un neandertal. Otra cosa diferente es si sería bueno, o no, hacerlo.

Financiada por entidades tanto públicas (entre ellas la Cia), como privadas, la empresa con sede en Texas se ha embarcado desde entonces en una difícil carrera científica de 'recuperación', centrando sus esfuerzos en tres especies icónicas: el tigre de tasmania, cazado sin piedad hasta su extinción y cuyo último ejemplar murió bien entrado el siglo XX: el pájaro dodo, masacrado por los marineros que llegaron a la isla Mauricio a finales del siglo XVII; y el mamut lanudo, extinto hace unos 10.000 años por nuestros antepasados cazadores.

No es Parque Jurásico

Pese a las apariencias, sin embargo, Colossal Biosciences no es un remedo de Parque Jurásico, y por tanto los investigadores de la firma no se plantean 'resucitar' animales extintos de forma literal. De hecho, hacer algo así se considera, hoy por hoy, imposible. Se trata, más bien, de recuperar la mayor cantidad posible del material genético de la especie que se quiera 'resucitar', una tarea ya ardua de por sí, e insertarla después en el ADN de especies 'próximas' que estén vivas en la actualidad.

El resultado será una suerte de híbrido entre la especie extinta y la actual con algunos de los rasgos, pero no todos, que tuvieron las especies ya extinguidas. En el caso del mamut lanudo, tal y como publicaba ayer mismo ABC, el resultado sería un híbrido con fragmentos genéticos del mamut lanudo recuperados de los hielos siberianos e insertados después en el ADN de su pariente vivo más próximo, el elefante asiático. «Para Colossal -puede leerse en su página web- «la desextinción no consiste solo en crear un organismo que sea o se asemeje a una especie extinta. Se trata de fusionar la biodiversidad del pasado con las innovaciones del presente en un esfuerzo por crear un futuro más sostenible».

Beneficios ecológicos

En el caso, una vez más, del mamut lanudo, conseguir que un gran mamífero vuelva a pisar la estepa siberiana sería, según los científicos de Colossal, un modo de asegurar la supervivencia de la propia estepa. Y también de evitar, como ya está empezando a suceder, que el permafrost que la caracteriza se derrita, liberando a la atmósfera una cantidad de carbono que equivale a varias veces la quema de todos los bosques de la Tierra. Las manadas de lanudos, con sus poderosas pisadas, compactarían y protegerían el permafrost, y volverían además a traer la hierba a la estepa, hoy sustituida por árboles que facilitan la descongelación del suelo al protegerlos de las inclemencias del tiempo. «Si podemos reintroducir la megafauna -dice Church- los mega herbívoros harían regresar la hierba, y se podría volver a un ecosistema más robusto y fructífero».

La matanza del dodo

El proyecto de 'resurrección' del dodo, otro de los proyectos estrella de Colossal, es diferente. Y trata más bien de compensar lo que fue la matanza indiscriminada sufrida por esta especie de ave por parte de los marineros (mayormente holandeses) que a finales del siglo XVII exterminaron cruelmente hasta el último ejemplar. En febrero del año pasado, Colossal Biosciences consiguió descifrar el genoma completo del dodo y anunció que, uniendo este hito a una novedosa técnica basada en células madre, están ya cerca de ser capaces de 'resucitar' a este animal. Según explicó entonces a ABC Beth Shapiro, principal genetista del proyecto, lo primero es comparar la información genética del dodo con la de otras aves estrechamente relacionadas, como la paloma de Nicobar o el 'solitario de Rodrigues', para descubrir las mutaciones «que convierten a un dodo en un dodo». El plan final, prosigue Shapiro, es reintroducir esas aves en la isla Mauricio, donde vivían antes de que los humanos acabaran con ellas.

Tigre de Tasmania, cazado hasta el fin

El tilacino o tigre de Tasmania, por su parte, un marsupial carnívoro que fue cazado por los colonizadores europeos de principios del siglo XX hasta su aniquilación total y cuyo último ejemplar murió en un zoo australiano en 1936, lleva años siendo estudiado por Colossal junto a la universidad australiana de Melbourne. Para ello, los científicos usaron el feto de un ejemplar celosamente conservado por esa institución.

El proyecto de desextinción, llevado a cabo por Colossal en colaboración con el mayor experto en esta especie, Andrew Pask, que secuenció su genoma en 2018 y que actualmente dirige un equipo de genetistas en el Laboratorio TIGRR (Thylacine Integrated Genetic Restoration Research), pasa por varias fases.

En primer lugar, el equipo deberá secuenciar también los genomas de los parientes vivos más cercanos del tigre de Tasmania. Después, y comparando los genomas, los investigadores tendrán que descubrir, entre los distintos marsupiales, qué genes hacen que un tilacino sea realmente un tilacino. El paso siguiente será revertir células individuales del animal a su estado embrionario y totipotente (lo mismo que ayer se anunció para el proyecto de mamut lanudo), para después generar óvulos y espermatozoides, crear embriones y finalmente introducirlos en una especie viva para la gestación. Un camino complicado y no exento de obstáculos.

«Estamos muy emocionados de que TIGRR se asocie con Colossal en este viaje -dice Pask en la página web de la empresa- . Ambos compartimos la misma visión y pasión por desextinguir al tilacino. Trabajar juntos nos permitirá hacer esto una realidad más rápido de lo que podríamos haber esperado«.

«Sin un esfuerzo proactivo de conservación y biodiversidad -puede leerse en la web de Colossal- la biosfera que conocemos y de la que dependemos experimentará una degradación fundamental. La humanidad misma está en riesgo de extinción. Y qué desperdicio sería, porque, de toda la vida en la Tierra, somos la única especie lo suficientemente evolucionada como para revertir este sexto evento de extinción de masa«.

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