Anuncian un motor capaz de vencer la gravedad gracias a una nueva fuerza física
Un exingeniero de la NASA ha diseñado un sistema que permite impulsar naves sin necesidad de propulsores ni combustible
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Iniciar sesiónUn antiguo ingeniero de la NASA está sorprendiendo a propios y extraños con una idea que, de ser cierta, sería revolucionaria: un motor de propulsión... sin propulsor. Un dispositivo que, por sí solo, sería capaz de generar un empuje suficiente para vencer a la ... gravedad terrestre y hacer volar cualquier tipo de nave. Algo que, según la física conocida, no debería ocurrir.
Su nombre es Charles Buhler, y durante su estancia en la NASA trabajó en una amplia variedad de programas, la mayoría relacionados precisamente con el desarrollo de nuevos propulsores. Una vez fuera de la agencia, cofundó la empresa Exodus Propulsion Technologies, que ya en 2019 solicitó una patente para un sistema que sería capaz de generar fuerza utilizando 'presión electrostática asimétrica'. Según la patente, el sistema genera una diferencia de voltaje a través de una superficie eléctricamente conductora.
«La diferencia de voltaje aplicada -reza la patente- crea un campo eléctrico que resulta en una fuerza de presión electrostática que actúa sobre al menos una de las superficies de un objeto. Las asimetrías en los vectores de fuerza de presión electrostática resultantes dan como resultado una fuerza de presión electrostáticaneta que actúa sobre el objeto». El texto añade que el invento podría usarse como propulsor para impulsar naves espaciales.
Sin explicación alternativa
Según Buhler, cuyo equipo ha estado buscando inútilmente explicaciones alternativas tras la fuerza generada, su nuevo motor fue capaz de crear una fuerza lo suficientemente grande como para que un pequeño objeto superara la gravedad de la Tierra (es decir, suficiente empuje para levantar el objeto del suelo). Puede parecer poca cosa, pero en el vacío casi total del espacio, basta un pequeño empuje para acelerar, y si fuera posible, por ejemplo, mantener una aceleración constante de 1G (equivalente a la gravedad terrestre), no sólo sería posible disfrutar de una agradable gravedad artificial equivalente a la de nuestro planeta, sino que también se podrían recorrer grandes distancias en el transcurso de una vida humana. Algo que, con los métodos y propulsores convencionales, está absolutamente fuera de nuestro alcance.
Si se demuestra más allá de cualquier duda que el motor de Buhler realmente funciona, y que el empuje que genera no es el resultado de algún otro proceso que el equipo no haya tenido en cuenta, el impacto del nuevo propulsor sería realmente enorme. Pero aún hay más. Durante las pruebas, en efecto, los investigadores afirman haber encontrado un resultado, si cabe, aún más desconcertante: en ocasiones, durante las pruebas, el dispositivo fue capaz de mantener el empuje sin necesidad de una entrada eléctrica constante.
¿El motor del futuro?
«El mensaje más importante a transmitir -dijo Buhler en una entrevista a 'The Debrief'- es que estamos ante un hallazgo importante. Este descubrimiento de una Nueva Fuerza es fundamental, porque los campos eléctricos por sí solos pueden generar una fuerza sostenible sobre un objeto y permitir la traslación del centro de masa de dicho objeto sin expulsar masa«.
Desde luego, no faltan razones para mostrarse escépticos ante tales afirmaciones. Y es que no es la primera vez que alguien sostiene que un dispositivo, como fue el caso del llamado 'EmDrive', podía producir empuje sin propulsor. En su día, aquella fue una afirmación muy controvertida, y otros equipos que intentaron replicar el misterioso empuje creado por ese propulsor descubrieron que todo podía explicarse mediante física normal y un simple efecto térmico.
Con todo, si al final se demostrara que la fuerza que hay tras el propulsor de Exodus es realmente el resultado de una presión electrostática asimétrica (y no de alguna otra fuerza no tenida en cuenta por los ingenieros) y, sobre todo, si se comprueba que el motor puede funcionar a escalas mayores que las de las pruebas ya realizadas, estaríamos ante algo que sin duda revolucionará los vuelos espaciales.
«Existen leyes, incluida la de la conservación de la energía -añade Buhler-, pero si se aplican correctamente, se pueden generar fuerzas como nada que la humanidad haya visto antes. Y será esta la fuerza que usaremos para impulsar objetos durante los próximos 1.000 años... hasta que llegue lo siguiente».
MÁS INFORMACIÓN
Buhler está invitando a otros científicos para que comprueben sus resultados y le ayuden a tratar de comprender cuál es la física subyacente que hay tras ellos. Mientras, aunque sin perder la esperanza, puede que lo mejor sea seguir manteniendo un sano escepticismo.
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