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Un tercer par de alas en el cogote

Unos insectos desafían la evolución y añaden un «casco», unos nuevos apéndices alados, a su organismo, el primer ejemplo de algo semejante en 250 millones de años

Un tercer par de alas en el cogote Nicolas Gompel

j. de jorge

Es inusual. Extremadamente raro. La evolución funciona al revés y esto, según la regla general, no debería pasar. Cuando los animales de orden superior evolucionan, a menudo sacrifican alguno de sus apéndices: reducen el número de patas, pierden las alas... El diseño anatómico tiende al ... orden y la simplicidad. Sin embargo, un insecto volador arbóreo de la familia de los membranácidos , muy cercana a las cigarras, se ha puesto las normas de la Biología por montera. Del primer segmento de su tórax brota una especie de gran «casco», indicio de un tercer par de alas , aunque no son útiles para volar. Se trata el primer caso en más de 250 millones de años en que un insecto se transforma de forma semejante. La investigación, llevada a cabo por el Instituto de Biología del Desarrollo de Marsella-Luminy y el CNRS en Marsella (Francia), aparece publicada en la revista Nature , que le ha dedicado su portada.

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