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El síndrome de Stendhal: ¿existe de verdad el mal del viajero?

La observación de obras de gran belleza en un corto espacio de tiempo puede causar desde mareo a taquicardia

Dos turistas posan para una fotografía en Florencia Efe

Pedro Gargantilla

Ya lo decía Freud, de la belleza también se puede enfermar, y es que lo “bello” lleva intrínseco un elemento perturbador que puede alterar nuestras facultades intelectuales y turbarnos el ánimo. ¿No ha sentido nunca un cierto desasosiego interior al contemplar una obra de arte? ... Entonces puede estar tranquilo, eso significa que no ha sufrido el síndrome de Stendhal .

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