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El secreto de la magdalena de Proust: ¿por qué un olor puede hacerte viajar al pasado?

Un simple aroma o un sabor es capaz de desencadenar una catarata de sensaciones y recuerdos gracias al sistema límbico

Marcel Proust (1871-1922) creó, sin saberlo, un término con el que se explica un curioso fenómeno del cerebro CORBIS

PEDRO GARGANTILLA

Nuestro cerebro no deja de sorprendernos nunca. En el hipocampo se guardan sabores, sonidos, historias… y olores. Es una asombrosa biblioteca atestada de estanterías con recuerdos encuadernados.

Quizás lo más extraordinario es que de repente, sin previo aviso, simplemente con un olor o un sabor, ... y sin tener que hurgar entre los estantes, podamos rescatar un párrafo o una fotografía y transportarnos por un instante a un momento concreto de nuestra vida, algo que de forma consciente somos incapaces de recuperar. Es verdaderamente extraordinario que en nuestro cerebro la dualidad espacio y tiempo se dobleguen y se pongan al servicio de un sentido.

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