El núcleo terrestre oscila, y eso cambia la duración de los días

En contra de lo que se creía, el núcleo interno de la Tierra no rota a un ritmo constante, sino que está sometido a un ciclo de seis años de super y sub rotación

La ilustración muestra cómo las oscilaciones del núcleo le llevan a cambiar periódicamente la dirección de giro, alterando la duración de los días Edward Sotelo/USC

Un equipo de investigadores de la Universidad del Sur de California acaba de demostrar que el núcleo terrestre oscila, cambiando su dirección de giro, algo que va en contra de los modelos más aceptados, según los que el núcleo rota constantemente a un ritmo más ... rápido que la superficie del planeta.

En un estudio recién publicado en ' Science Advances ', los científicos muestran sin lugar a dudas que el núcleo interno cambió de dirección en un período de seis años, entre 1969 y 1974, según se desprende del análisis de datos sísmicos. Los investigadores, además, afirman que su modelo de movimiento del núcleo interno explica la variación en la duración de los días, que cambia de forma persistente durante las últimas décadas.

«A partir de nuestros hallazgos -asegura John E. Vidale , coautor de la investigación-, podemos comprobar cómo la superficie de la Tierra cambia en comparación con su núcleo interno, tal como se ha afirmado durante 20 años. Sin embargo, nuestras últimas observaciones muestran que el núcleo interno giró un poco más lento entre 1969 y 1971 y luego se movió en la otra dirección entre 1971 y 1974. También notamos que, como se podía predecir, la duración del día creció y se redujo en consecuencia. La coincidencia de esas dos observaciones hace que la oscilación sea la interpretación más probable».

Comprender el núcleo interno

Durante los últimos 30 años, nuestros conocimientos sobre el núcleo interno de la Tierra se han multiplicado. Por ejemplo, se ha demostrado que esa bola caliente de hierro sólido del tamaño de Plutón se mueve y cambia con el paso de las décadas. Pero debido a que el núcleo resulta imposible de observar directamente, los investigadores tienen que conformarse con mediciones indirectas para explicar el patrón, la velocidad, las causas y los cambios de ese movimiento.

Ya en 1996 se propuso por primera vez que el núcleo interno gira más rápido que el resto del planeta, algo conocido como ' super rotación ', en razón de aproximadamente un grado por año. Estudios posteriores en los que participó Vidale, reforzaron esa idea, aunque se llegó a la conclusión de que ese exceso de rotación se producía a un ritmo más lento. Junto con Wei Wang , en efecto, Vidale demostró que el núcleo interno giraba más despacio de lo que se había predicho, en concreto 0,1 grados por año. En ese estudio, que analizó las ondas sísmicas generadas por las pruebas de bombas nucleares subterráneas realizadas por la Unión Soviética entre 1971 y 1974 en el archipiélago ártico Novaya Zemlya , se utilizó una nueva técnica desarrollada por el propio Vidale.

Los nuevos hallazgos, sin embargo, surgieron cuando Wang y Vidale aplicaron la misma metodología a un par de pruebas atómicas anteriores, llevadas a cabo bajo de la isla Amchitka , en la punta del archipiélago de Alaska: Milrow en 1969 y Cannikin en 1971. Al medir las ondas de compresión resultantes de las explosiones nucleares, los dos científicos descubrieron que el núcleo interno había invertido su dirección, 'sub girando' al menos una décima de grado por año.

«La idea de que el núcleo interno oscila era un modelo que ya existía -explica Vidale- pero la comunidad estaba dividida sobre si era o no viable. Entramos en esto esperando ver la misma dirección y velocidad de rotación en las dos anteriores pruebas atómicas, pero en cambio vimos lo contrario. Nos sorprendió bastante descubrir que el núcleo se estaba moviendo en la otra dirección».

En su estudio, Vidale y Wang señalan que sería necesario llevar a cabo nuevas y más precisas observaciones para comparar con sus resultados. En los 70, ellos pudieron utilizar datos sismológicos de pruebas atómicas, lo que les permitió identificar la ubicación y el momento exacto del cambio de dirección del núcleo. Sin embargo, la era de las pruebas atómicas subterráneas ha terminado, lo que significa que los investigadores tendrían ahora que confiar en datos de terremotos mucho menos precisos, incluso con los avances recientes en instrumentación.

El estudio respalda la idea de que el núcleo interno oscila en función de las variaciones en la duración del día (más o menos 0,2 segundos durante seis años) y los campos geomagnéticos, los cuales coinciden con la teoría tanto en amplitud como en fase. Vidale cree que los hallazgos proporcionan una teoría convincente para muchas preguntas planteadas por la comunidad científica.

«El núcleo interno -dice- no está fijo, se mueve bajo nuestros pies y parece ir y venir un par de kilómetros cada seis años. Una de las preguntas que tratamos de responder es, ¿el núcleo interno se mueve progresivamente o está mayormente bloqueado en comparación con todo lo demás a largo plazo? Estamos tratando de comprender cómo se formó el núcleo interno y cómo se mueve con el tiempo; este es un paso importante para comprender mejor este proceso».

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