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El neandertal cojo, sordo y manco que llegó a viejo por «compasión»

Sin la colaboración de otros miembros de su especie, este individuo habría sido presa fácil de los depredadores

El cráneo de Shanidar 1 muestra señales de un golpe en la cabeza recibido a una edad temprana Erik Trinkaus

J. DE J.

Cuando en 1957 los arqueólogos encontraron los restos de un neandertal en la cueva de Shanidar en el Kurdistán iraquí, no podían imaginar cómo la vida le había vapuleado. Shanidar 1 , como se llamó al individuo, era cojo, medio ciego y ... manco, además de sufrir otras lesiones. Ahora, una nueva investigación publicada en PLoS ONE añade a su precaria salud otra dolencia, una sordera profunda. Pese a esta grave discapacidad, que le habría abocado a convertirse en cena para las alimañas, este miembro de la otra especie humana inteligente fue capaz de llegar hasta los 40 años, un anciano para la época. Los científicos creen que lo consiguió con ayuda de otros neandertales, lo que demuestra que estos homínidos que desaparecieron de Europa hace 40.000 años estaban lo suficientemente avanzados como para cuidar de sus mayores y discapacitados, y que la «compasión» o el «altruismo» no solo son propios del Homo sapiens.

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